El retrato es parte de la propia colección del museo ucraniano, el mismo que en julio de 2008 sufrió el sonado robo del cuadro de Caravaggio El prendimiento de Cristo, también conocido como El beso de Judas, que fue directamente cortado de su marco y que aún hoy en día continúa desaparecido. "Ahora, estamos seguros casi al cien por ciento de que Dios nos ha compensado por la terrible pérdida que sufrimos el año pasado", ha declarado recientemente Ostrovsky.
Los expertos muestran cautela
Pero Sergei Androsov, del Departamento de Arte Europeo Occidental del Hermitage, insiste en que sólo los historiadores de arte pueden determinar si la pintura pertenece a Tiziano. "El análisis muestra que el lienzo coincide con el período histórico de Tiziano y que la pintura utilizada coincide con su tipo de pintura, en definitiva, que algunos atributos técnicos coinciden", comenta Androsov. "Pero sólo con estos datos es imposible juzgar si la pintura es un Tiziano. Ese es un trabajo de los historiadores del arte, no de los técnicos".
Alexander Kosolapov, jefe del Departamento de Examen Científico y Técnico del Hermitage, confirma que el cuadro fue donado por el propio Hermitage al Museo de Odessa hace unos 25 años. "Sabemos que es una pintura veneciana del siglo XVI, lo más probable es que sea de Tiziano o de Tintoretto, pero actualmente no está totalmente claro".
El director del museo ucraniano, Vladimir Ostrovsky, atajó la discusión asegurando que el museo ha invitado a prestigiosos especialistas de arte de Moscú para analizar más en profundidad la obra. En ningún momento permitió que la pintura fuera fotografiada –comenta que desde el robo del Caravaggio el museo está tomando precauciones adicionales de seguridad– pero entregó a los medios diversas fotos de la que él asegura que es la pintura, en la que se muestra una firma con la letra "T».