Broken es un disco que relaja y que se saborea, para estar tranquilo y tomarse la vida sin prisas. Parece decir algo así como: ‘la vida está para disfrutarla, no la desperdicies’. Cada canción es un pequeño canto a los detalles de la vida que hacen que esta sea alegre, triste o extraña.

Rotos pero con armonía

Mark Lanegan tiene mucha culpa de que la música de Soulsavers transmita esas sensaciones. Canta en prácticamente todas las canciones del disco y confirma que la relación simbiótica entre la banda y él es un acierto absoluto.

Con el tiempo, Mark se ha convertido en un personaje críptico, al quien se le intuye un pasado tormentoso. Así lo transmite su poderosa voz. Además, guarda cierta semblanza física con Tom Waits. Facciones recias y ángulos rectos pero expresiones y miradas llenas de sentimiento; hombres neardentales con corazones de cristal.

La voz de Mark también se asemeja a la de Tom. Suena grave, cercana, profunda, a  whisky con hielo y humo de tabaco. Sus letras son debates entre el bien y el mal, encrucijadas entre sentimientos, experiencias personales, amor y odio como una constante vital.

La música de Broken se mueve entre el rock y los sonidos sureños americanos. A veces, transmite parsimonia; otras, misterio, tristeza o, simplemente, belleza sonora. Los pianos y teclados son muy importantes para ello, pues dotan de orquestación a las composiciones. La guitarra solista es el elemento que, en muchas de las canciones, destaca por su sonido afilado y se recrea en la ornamentación sonora.

Los coros femeninos son otra de las principales características del disco, aportan color y estados de ánimo. Además, hay que destacar las colaboraciones vocales de Mike Patton en Unbalanced Pieces y de Red Ghost en un par de canciones, estando ambos a un gran nivel.

En directo

Aunque Soulsavers cuenta con dos compositores principales, su música se enriquece con las aportaciones que otros músicos o cantantes les brindan en el estudio de grabación.

Para los conciertos, la banda se compone de ocho miembros. Dos guitarras, una rítmica y una solista, bajo, batería, teclados, dos coristas y Mark Lanegan a las voces principales.

Visten trajes grises, salen a escena y tocan su repertorio. Apenas hay comentarios, saludos o diálogo entre artistas y público. Sin embargo, no es un concierto frío. Sus canciones calan entre los asistentes y estos responden visiblemente emocionados. Mark siente cada palabra que canta y los músicos hacen lo propio cuando interpretan.

Raramente alteran alguna de las canciones, pero cuando lo hacen sorprenden y suena bien. Rock, gospel y soul con tintes sureños. Música de calidad. Así son sus directos, así son los Soulsavers.