La Generalitat catalana ha aprobado hoy su proyecto de Ley del Cine que aún es más dura en sus exigencias de doblaje al catalán que las anunciadas hasta la fecha. Así, si el anteproyecto establecía la obligación de doblar la mitad de las copias de las películas que se estrenaran en más de 15 pantallas, el nuevo texto especifica que esta excepción de las 16 copias se aplicará sólo a los filmes europeos. Es decir, todas las películas estadounidenses, las más taquilleras y comerciales, tendrán que doblarse desde la primera copia. Los filmes en español o catalán están exentos de cualquier obligación.
Los exhibidores y distribuidores han calificado la nueva norma de "injusta" y han mostrado su rechazo frontal al proyecto de ley. Los segundos afirman que no hay tanta demanda de cine en catalán y que esta nueva obligación puede agravar el descenso de asistentes a las salas de cine. En cuanto a los primeros, temen que si ceden en Cataluña se vean obligados después a doblar las películas a otras lenguas españolas o en otros países europeos.
El proyecto de Ley, que entrará por el procedimiento de urgencia en el Parlamento catalán con el objetivo de que pueda aprobarse a principios del próximo verano, también introduce la obligación de que en todos los DVD que se distribuyan en Cataluña se incluya la versión en lengua catalana.