Querido colegas:
Como sin duda sabéis, las medidas arriba citadas fueron aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado viernes 30 de abril (http://www.la-moncloa.es/ConsejodeMinistros/Referencias/). La BNE se encuentra entre las 32 Direcciones Generales que deberán ser suprimidas en aras de economizar fondos públicos. De acuerdo con la exposición de motivos del citado documento, que contiene apreciaciones que nadie en su sano juicio puede compartir, los organismos autónomos afectados mantienen su Estatuto si bien devaluado ya que su director tendrá un nivel de Subdirector General.
Horas antes de la adopción de este Acuerdo, la subsecretaria tuvo la deferencia de venir a comunicármelo personalmente y la ministra, de camino a Israel, también me llamó. Convinimos que al regreso de la ministra, mantendríamos una reunión a tres para analizar la nueva situación al regreso de la ministra. Dicha reunión ha tenido lugar hoy a las 12,30 en el Ministerio, lo que ya supisteis a través de Intranet.
Como quiera que, en lo personal, nada me ata a este puesto ni siquiera a este país (muchos sabéis que mi marido vive a 8.000 km, en Colombia, y que yo estoy jubilada tanto en las Naciones Unidas como en la Administración española) carezco de todo interés personal en esta cuestión. Por ello, durante el fin de semana, analicé cuidadosamente todas las implicaciones que esta desafortunada decisión podría tener para la BNE ya que no se trata de un relevo de dirección que sería perfectamente normal y discrecional para el Gobierno, sino de una devaluación cierta de la capacidad de su Dirección de determinar estrategias, incoar gastos, diseñar partenariados, determinar la política de exposiciones y acción cultural, etc. que cortará las alas de la BNE y opacará su labor: En otras palabras, el Estatuto se mantiene de facto pero la Biblioteca tendría que pedir autorización al Ministerio para cualquier nueva actuación.
Hoy la ministra me ha ofrecido continuar al frente de la BNE como directora en base a un contrato laboral de alta dirección. Considerando que la cultura poco importa, las bibliotecas menos, que el supuesto ahorro no existe de hecho, y que la decisión, adoptada deprisa y corriendo y sin ni siquiera alertar a la presidenta de nuestro Patronato, debió basarse en la consideración de que suprimir la BNE tendría escasa repercusión y menor coste político que el cualquier otra alternativa, estimo enormemente injusto que este hecho se produzca tras casi 20 años de autonomía de decisión y en vísperas del Tricentenario de la BNE, así como una falta de consideración del notable progreso e imagen institucional que, gracias a todos vosotros, ha protagonizado la Biblioteca en todos los campos y tanto en el ámbito nacional como internacional.
En mi opinión, la BNE no merecía semejante tratamiento denigratorio y por ello he declinado el ofrecimiento de la ministra agradeciéndole muy sinceramente la confianza prestada durante los dos años y medio que he permanecido al frente de esta institución. También he abogado en favor de la revocación de tan peregrina decisión que supone un menosprecio para este equipo que todos formáis. En estos mismos términos me he expresado ante los medios de comunicación a la salida de la reunión.
Las medidas serán publicadas en el BOE el próximo viernes, 7 de mayo.
Aunque espero tener la oportunidad de hacerlo personalmente antes de mi partida, quiero deciros cuán orgullosa estoy de todos vosotros y de cuantas tareas hemos desarrollado juntos a lo largo de estos últimos tiempos: los progresos en proceso, la catalogación de fondos antiguos, la digitalización e innovación digital, los nuevos servicios a los lectores e investigadores, las exposiciones y actos culturales, el posicionamiento internacional, la captación de recursos extrapresupuestarios, la administración por objetivos, las tareas jurídicas, la imagen institucional, y un largo etc. Ha sido una extraordinaria aventura desarrollada en un corto espacio de tiempo que para mí ha resultado apasionante.
Sois un equipo estupendo tanto profesional como humanamente, protagonista de tantos parabienes como he venido recibiendo de todos cuanto os conocen. De todo corazón, GRACIAS!!! Pronto empezará una nueva era para vosotros y para la BNE. Aunque la crisis hará la vida más difícil, tengo fe ciega en vosotros y en el enorme potencial de la BNE para salir adelante y celebrar airosamente el Tricentenario. Yo no andaré muy lejos de todas formas, ya que, a título personal, me hice fundadora de la Fundación de Amigos de la BNE que ahora empieza su andadura.
Con mi respeto, aprecio y amistad personal, os deseo a todos mucha suerte y larga vida a nuestra querida BNE.
Milagros del Corral