Durante el Romanticismo, la música experimenta una evolución similar a la de los grandes movimientos plásticos y literarios. Muchas de las tendencias que aparecen en éstos se reflejan también en el dominio de lo sonoro: el individualismo, la exaltación del sentimiento y de la pasión, el exotismo, el interés por el folclore, que da origen a todas las corrientes del nacionalismo musical, etc., encuentran, gracias a la música, una manera excepcional de manifestarse.
"También –recuerda Begoña Torres, directora del Museo del Romanticismo– aparecen ahora algunos cambios importantes en la tradicional relación entre el artista y la sociedad. El músico gana en libertad, al no estar sujeto a una servidumbre personal: ya no tiene que componer para un príncipe, sino para el público anónimo que llena las salas de conciertos y los teatros de ópera, pero también las tertulias y reuniones de las casas burguesas. Desde el Museo queremos resucitar esta práctica y convertirnos en el salón privado de todos nuestros visitantes, a través de este estupendo ciclo que, pensamos, interesará a todos".
Madrid. Museo del Romanticismo.
26 de mayo. 20.00 h.
7 de julio. 20.00 h.
Entrada libre. Imprescindible previa reserva en el 91 448 10 45 (de lunes a
viernes, de 9.00 a 15.00 h).