El cuadro fue subastado en el marco de una importante puja con obras de Matisse, Derain, Picasso, Miró, Munch, Léger o Rodin, con un precio de salida global de entre 101 y 148 millones de libras, la cifra más alta subastada hasta ahora por Sotheby’s en Londres.
El óleo sobre lienzo de Manet, de 83 x 67 cm, representa
al artista con pose formal y elegante y es uno de los dos únicos autorretratos –el otro se encuentra en el Museo
de Arte de Bridgestone de Tokio– del considerado padre del
impresionismo.
Obra casi única
Autorretrato con paleta ha formado parte de varias
exposiciones muy importantes, incluyendo la retrospectiva de Manet que
se llevó a cabo en 1983 en el Grand Palais de París y en el Museo
Metropolitano de Arte de Nueva York con motivo del centenario de su
fallecimiento.
Para Charles Moffet, vicepresidente ejecutivo de Sotheby´s en Nueva
York y comisario de aquella muestra de 1983, "esta obra no es sólo un
retrato, sino un tema de la vida moderna. Manet es un hombre en un mundo
cambiante. Francia es una democracia en 1878, y aquí hay un muchacho
que está en la cima de su profesión, vestido como un exitoso hombre de
negocios, de calle pero elegante".
Inspirado en los antiguos maestros
Para este experto, en la obra se aprecia una clara inspiración en los
maestros de períodos anteriores. Así, "su actitud es muy parecida a la
que muestran Las Meninas", atribuyendo con estas declaraciones
reminiscencias de Velázquez en la postura y expresión del lienzo. "Al
mismo tiempo, está coqueteando con la abstracción en la forma en que
pintó su mano".
A lo largo de los años, Autorretrato con paleta ha
pertenecido a grandes coleccionistas, entre los que están Auguste
Pellerin, uno de los más importantes de principios de siglo XX y que
llegó a reunir en su colección 50 obras de Manet. También perteneció a
Jakob Goldschmidt, famoso banquero de Nueva York cuya colección se
subastó en Sotheby´s Nueva York en 1958. Posteriormente, la obra fue
adquirida por Juan Loeb, miembro de otra importante familia de banqueros
neoyorquina, por 176.800 dólares.
En 1997, Stephen A. Wynn, propietario de un casino en Las Vegas,
adquirió la pieza en una subasta en Christie´s Nueva York por 18,7
millones de dólares, para después venderlo privadamente al coleccionista
Steven A. Cohen. Ésta fue, hace diez años, una de las primeras adquisiciones de Cohen y
los expertos estiman que pagó por el lienzo entre 35 millones y 40
millones de dólares.
Otras obras
Odaliscas jugando a las damas (1929), de Henri Matisse, y Árboles en Collioure (1905), de André Derain, fueron las otras dos grandes obras que subastó Sotheby’s en Londres. La primera se vendió por 14,2 millones de euros y la segunda por 19,5 millones de euros.
De Picasso se pudo pujar por tres lienzos, de sus últimos años de vida, y por tres dibujos que representan en modo muy realista a Dora Maar. El lienzo que alcanzó un precio más alto fue Busto de Matador (1970), vendido por 5,3 millones de libras (6,4 millones de euros). Los dibujos de Maar se vendieron por 2,9 millones de libras (3,5 millones de euros). Otras ventas millonarias fueron Bouquet de Pivoines, de Manet, que se vendió por 9,1 millones de euros; Le petit déjeuner. Radiateur, de Bonnard, que se vendió por 6,2 millones de libras (7,5 millones de euros); y Étude pour ‘nu rose’, de Matisse, que se vendió por 5,8 millones de libras (7 millones de euros).