El museo –iniciativa de la Fundación Lenbur, que dirige Luis Chillida, hijo del artista– se ha instalado en una antigua nave industrial de la antigua papelera de Legazpi, próxima a las de las empresas en cuyas forjas se construyeron algunas de sus obras más conocidas y colosales, como el Peine del Viento (San Sebastián), Alrededor del Vacío (Washington), Gudari (Berlín) o las puertas de la basílica de Arantzazu (Oñati).

Viejas forjas

Conservando su ambiente industrial, el Chillida Lantoki cuenta con 1.300 metros cuadrados en los que se han colocado las viejas y gigantescas forjas empleadas por el artista –la cuchara, el manipulador, la prensa y el martillo de la Patricio Echeverría–, una serie de fotografías de gran formato de Francesc Catalá Roca que ilustran la fabricación de las piezas del Peine del Viento, el taller de escultura del artista, y el de papel y grabado. En resumen, la antigua papelera ofrece un recorrido, mediante fotografía, vídeo, proyecciones y recursos interactivos sobre los universos creativos de Chillida.

Asimismo, se ha trasladado a este lugar parte de la documentación que se encontraba en el Chillida Leku, el museo dedicado a la obra del artista en Hernani (Guipúzcoa). El hijo del escultor ha explicado que este nuevo museo constituye un "complemento ideal" del Leku, el espacio que reúne la obra acabada del autor, mientras que en éste se explica todo el proceso creativo e industrial que implicaban sus esculturas.

El museo recoge, además, la memoria viva de la creación de Chillida, a través de entrevistas a 45 trabajadores de Patricio Echeverria que participaron en el proceso de creación de las obras de hierro del creador guipuzcoano.

 Galería Fotográfica CHILLIDA LANTOKI  

 Vídeo CHILLIDA LANTOKI – EITB