Pero si el protagonista de esa exposición resulta ser uno de los mayores genios de la pintura de todos los tiempos, de cuya obra únicamente han logrado sobrevivir apenas 15 piezas, las cosas parece que se ven de otro modo.

Sin precedentes

Según informa el diario londinense The Independent, después de más de cuatro años de negociaciones, restauraciones y preparativos en los despachos, la National Gallery de Londres ha anunciado la exhibición del mayor número de pinturas jamás reunidas en un mismo lugar de Leonardo Da Vinci, el gran maestro renacentista, una exposición titulada Leonardo da Vinci: Pintor de la corte de Milán que se desarrollará del 9 noviembre de 2011 al 5 de febrero de 2012 y que podría llegar a ser la más popular de la historia de esta institución.

Los directivos de la National Gallery han confirmado recientemente haber llegado a “acuerdos sin precedentes» con museos como el Louvre de París y el Hermitage en San Petersburgo que aseguran el préstamo de varias obras de Da Vinci pintadas a finales de los años 1480 y 1490, cuando el artista se encontraba bajo el patrocinio del gobernante de Milán.

Con cinco pinturas ya aseguradas y unas negociaciones que continúan activas para agregar otros tres trabajos más a la ya espectacular lista, la exposición será sin duda una primicia mundial al conseguir reunir tantos “leonardos” bajo un mismo techo.

Éxito asegurado

En el fondo, los gestores de la National confían en que el show que se desplegará en el Ala Sainsbury contenga hasta ocho obras de una de las más fascinantes y populares figuras de la historia del arte e incluso que llegue a superar el mayor éxito de taquilla conseguido anteriormente con la retrospectiva de Velázquez en 2006, que atrajo a 302.000 visitantes. También esperan que la venta de entradas y los ingresos por merchandising servirán para recuperar al menos el coste –cifrado en varios millones de libras– de asegurar las obras durante su estancia en Londres.

El comisario de la exposición, Lucas Syson, ha comentado: «Da Vinci creía en la calidad más que en la cantidad. Buscó producir muy pocas pinturas, pero que fueran perfectas. Existen muy pocos cuadros suyos, lo que explicaría por qué nunca antes se había intentado montar una exposición de este tipo. Su propia organización es sin duda es un reto. El objetivo es mostrar que Leonardo era ante todo un pintor y que disponía de una extraordinaria capacidad de investigar y describir el mundo natural».

La exposición de Londres se centrará en el período que Da Vinci pasó como pintor de la corte del duque Lodovio Sforza, durante el cual el artista instauró, por primera vez, el sistema de disponer de unos ingresos fijos en concepto de salario, lo que le permitió disfrutar de tiempo para explorar sus pioneros métodos de representación de la anatomía y expresión de la figura humana, además de su fascinación por las plantas y los animales.

La Virgen de las Rocas

El cuadro titulado La Virgen de las Rocas –que fue presentado a principios de este mes tras un largo proceso de minuciosa restauración– se encontrará acompañado en la exposición del inquietante retrato procedente del Louvre de La Bella Ferronière, que se cree que era la amante de su patrón, el duque, y de otras dos obras de carácter religioso del Vaticano y el Hermitage. También se expondrán más de 40 bocetos preparatorios y dibujos del artista.

Los historiadores del arte han debatido durante mucho tiempo los motivos del escaso número de trabajos sobrevivientes en la obra de Da Vinci. Muchos piensan que algunas pinturas no han logrado superar la prueba del tiempo porque al maestro le gustaba experimentar con nuevas técnicas. La Última Cena, que junto con la Mona Lisa es una de las obras más famosas del artista, se deterioró dramáticamente en el convento milanés donde fue pintado por Da Vinci porque éste evitó los métodos tradicionales de la pintura al fresco, produciendo una superficie susceptible de sufrir el deterioro de la humedad.

Por otra parte, también el artista tenía una clara inclinación por la dilación. «Se dice que Leonardo se distraía muy fácilmente con otros proyectos», ha comentado el comisario Lucas Syson. «Pero él realmente creía que sus pinturas podían llegar a ser, en algunos aspectos, perfectas. Esto le servía como fuente de inspiración, pero a la vez también como una especie de bloqueo. A veces da la impresión de que su ambición en este sentido haya perjudicado a su capacidad para acabar una obra. Era un artista de una gran audacia, pero también muy dubitativo. Este es un aspecto personal suyo en el que no solemos pensar».