Durante los días 2 y 3 de septiembre, el edificio del Instituto del Patrimonio Cultural de España en Madrid se convirtió en el escenario de la próxima película de Pedro Almodóvar, La Piel que Habito, libremente inspirada en la obra Tarántula, de Thierry Jonquet.
Almodóvar rueda en el Instituto del Patrimonio Cultural de España
Durante los días 2 y 3 de septiembre, el edificio del Instituto del Patrimonio Cultural de España en Madrid se convirtió en el escenario de la próxima película de Pedro Almodóvar, La Piel que Habito, libremente inspirada en la obra Tarántula, de Thierry Jonquet.
El edificio del IPCE, construido por los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró, fue inaugurado en 1985 y declarado Bien de Interés Cultural en 2001. El edificio, de planta circular, se caracteriza por una potente estructura de hormigón armado y una gran transparencia espacial, cualidades que lo convierten en uno de los mejores ejemplos de la arquitectura orgánica en España.
En este edificio se encuentran desde 1985 los talleres, laboratorios y demás departamentos del Instituto, el organismo estatal dedicado a la conservación, restauración, investigación y difusión de los bienes culturales, con unas 300 intervenciones anuales. El rodaje de la película se desarrolló en la biblioteca y el vestíbulo del edificio, dos de los espacios más significativos de este importante ejemplo de la arquitectura española del siglo XX.
Adelantado del posmodernismo
El inmueble del IPCE está construido en hormigón armado visto, inscrito
en un círculo de 40 metros de radio y dividido en 30 gajos principales
que en la crujía exterior se parten en dos. Está distribuido en cuatro
plantas circulares, todas ellas conectadas verticalmente por medio de
escaleras y ascensores. La circulación horizontal para recorridos a pie
se efectúa a través de dos anillos concéntricos internos. Hay un tercer
anillo en el exterior del edificio por el que está permitida la
circulación rodada de camiones para facilitar el acceso de las obras de
gran tamaño directamente a los talleres de doble altura. Se puede
encuadrar, como casi toda la obra de Higueras, dentro de un organicismo
tardío y expresionista y es considerado como un adelantado del
posmodernismo. Forma parte de las obras más significativas de la
arquitectura española contemporánea.