Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia. En 1991 obtiene el Master en Fine Arts en el prestigioso Goldsmith College de Londres e inicia una actividad expositiva en relevantes instituciones y museos como la Bienal de São Paulo (1994), el Witte de With de Rotterdam (1996), el Museo Reina Sofía (1995) o el New Museum of Contemporary Art de Nueva York (1998).

Partiendo de la singularidad del espacio expositivo en que se ubica la Sala Parpalló, la artista ha concebido un proyecto in situ, donde adapta sus piezas. Una gran instalación en  la que imbrica esculturas, fotografías y pequeñas instalaciones, incidiendo en la idea de work in process; convirtiendo de ese modo la intervención, en el receptáculo de un trabajo que deja ver los rudimentos del oficio mientras apela, a la vez, a las sofisticadas conductas de la percepción. Con esta idea, se exponen los objetos cotidianos más triviales que ya han sido protagonistas con anterioridad, en la extensa trayectoria de la artista. Objetos a los que se suman ahora otros, de más reciente incorporación en su trabajo, y que se presentan en esta exposición por primera vez. Objetos ordinarios manipulados y descontextualizados con tal libertad que, aún siendo reconocibles, pasan a ocupar una nueva identidad.

Fascinación de los objetos

Diversas problemáticas de la identidad de los objetos, a partir del cuestionamiento de los ojos con los que se miran, han vertebrado desde sus primeras obras el trabajo de Ana Prada. La fascinación de los objetos se lleva al espacio crítico, a través de la intervención de la artista, desposeyéndolos de su identidad y función primarias. De ese modo, da lugar a situaciones perceptivas ambiguas,  proyectando un sentido lúdico y poético a la vez. Reunidos en constelaciones y asociaciones muy diversas, los objetos -sacapuntas, cordones de zapatos, uñas, perchas, medias y cuchillos, entre otros- se expanden por las paredes y el suelo, sacando al espectador del pasivo espacio de la contemplación y llevándolo al perturbador territorio de la duda. Las paradojas y sorpresas van sucediéndose a medida que el espectador, movido por ello, vuelca sobre las obras múltiples referencias de las que parte en un principio,  para abandonarlas después y establecer otro ámbito relacional más complejo, que es el que se deriva finalmente, de una intervención artística como la que propone Ana Prada en la Sala Parpalló.

Particular originalidad

Echando mano de estrategias artísticas que van tanto desde el arte minimal al arte pop, como del conceptual al surrealismo; la artista interviene con una particular originalidad, en la creación de formas dinámicas perceptivas y asociaciones conceptuales sorprendentes. A partir de una manipulación de orden quirúrgico, opera en el objeto como si se tratara de un cuerpo al que le sobran identidades para componer otras más complejas. De esa forma, con extrema higiene, reduce una dimensión simple y banal, mientras maniobra, por otro lado, expandiendo otras vertientes a menudo imperceptibles.

Planteada como un proceso de trabajo, la exposición cuenta con la colaboración de alumnos de los últimos cursos de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia, que han sido participes en el montaje de la exposición.  Asimismo, en la edición del catálogo queda reflejada como parte sustancial del mismo, el proyecto especifico diseñado “ex profeso” para la Sala Parpalló, así como la producción fotográfica de las obras desarrolladas in situ y en las que se incorpora la singularidad del espacio expositivo.

Valencia. Ana Prada. Sala Parpalló.
Hasta el 14 de febrero del 2010.