La muestra propone un recorrido por su amplia trayectoria partiendo de un contexto histórico y artístico global. Desde sus primeras obras y ceremoniales públicos realizados en París en la década de los sesenta, hasta las grandes intervenciones intercontinentales del proyecto Honeymoon (1986-1992), para llegar al FoodCulturaMuseum (2000-2010), su proyecto más reciente.
Trabajo sobre el terreno
Miralda. De gustibus non disputandum se compone de instalaciones, montajes fotográficos, proyecciones de películas, esculturas/monumentos, objetos y dibujos preparatorios. Destaca la presentación de Stomak Digital, una base de datos o archivo digital que pone a disposición del usuario toda la obra del artista hasta la fecha, digitalizada y ordenada por temáticas o tipologías.
La obra de Miralda, inseparable de un contexto social y político, es un trabajo de observación ‘sobre el terreno’ cercano a la etnología. El artista aborda aspectos desatendidos en la práctica del arte, entre ellos el de los alimentos como experiencia artística y la implicación del público participante en el acto creador.
En palabras de la comisaria de la muestra, Danielle Tilkin: “a través de acciones ceremoniales, Miralda pone en escena minuciosas coreografías, fiestas de los sentidos y de la vida. La ritualización de la comida, su preparación, coloración, ofrenda o consumición, se convierten en magnífica celebración de lo imaginario hecha realidad por centenares de participantes”.
Antoni Miralda, a lo largo de sus más de cuarenta años de presencia en la escena pública, ha realizado un trabajo que no ha cesado de analizar y de apropiarse de los temas más complejos y vitales de nuestra sociedad para transformarlos en una iconografía singular en contraste con un lenguaje vivo y sugerente. Aunque para invitarnos a reflexionar sobre los hechos del mundo contemporáneo suele recurrir al humor mordaz, también analiza numerosas de las facetas que le interesan a través de proyectos complejos en los que la participación del público ocupa un lugar significativo. Sus primeras obras tienen un marcado carácter objetual de resonancias políticas pacifistas. En 1967 forma equipo con Dorotheé Selz, adentrándose hacia el "arte comestible y las obras ceremoniales y participativas". En colaboración con la restauradora Montse Guillén, en 1984 abrirán el restaurante El Internacional en Nueva York. Es a través de su más reciente proyecto FoodCulturaMuseum cuando sus objetivos artísticos derivan en un panorama gastronómico de la sociedad post industrial marcado por la desaparición de los particularismos en favor de la uniformidad internacional y ofreciendo una forma participativa del comportamiento social en donde el grupo humano se reúne en torno a la mesa. En 1990 presenta en la Bienal de Venecia su Honeymoon Project, consistente en la puesta en escena del enlace entre la estatua de Colón de Barcelona y la de la Libertad neoyorquina. Sus proyectos transcurren en largos periodos de tiempo y requieren la asistencia de un grupo numeroso de colaboradores, así como la cooperación de los espectadores/participantes. |
Madrid. Miralda. De gustibus non disputandum”. Palacio de Velázquez de El Retiro. Museo Reina Sofía.
Del 24 de junio al 11 de octubre de 2010.
Comisaria: Danielle Tilkin.