En el caso de Arroyo
En el caso de Arroyo, el artista ha elegido obras realizadas en los dos últimos años que podían suscitar, según él mismo, más curiosidad entre el público, en los que se aprecia una temática muy variada. Entre ellas, figuran tanto encargos como piezas de creación propia. Don Quijote y Sancho Panza o Miguel de Cervantes, Manolete o Francisco de Goya y Lucientes. El espejo de Goya en Burdeos son algunas de las piezas que se presentan en esta muestra.
Eduardo Arroyo obtuvo el Premio Nacional de Arte Gráfico en Reconocimiento a una Trayectoria, dotado con nueve mil euros, "después de varias décadas de actividad en el arte gráfico con continuas aportaciones que llegan a la actualidad con gran presencia", según recoge el acta de concesión.
Aportaciones e innovaciones
Por su parte, Perejaume explicó que la mayoría de las piezas que se exhiben en la Academia de Bellas Artes están relacionadas con el formato libro y explicó que el soporte papel "facilita temáticas que están muy cerca del artista".
Perejaume recibió el Premio Internacional a las Aportaciones e Innovaciones en Arte Gráfico, también dotado con nueve mil euros, "por su ruptura de límites del arte gráfico con una hibridación de medios y géneros que abarcan desde la escritura al paisaje".
Del grabado al arte gráfico El Premio Nacional de Arte Gráfico es heredero y da continuidad al Premio Nacional de Grabado convocado, desde 1993, por la Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Este galardón está patrocinado por la Fundación ICO y entre sus objetivos están la difusión del arte gráfico en cualquiera de sus manifestaciones sintácticas y procesales; el reconociento de la labor de los creadores contemporáneos con aportaciones de interés en dicho campo o el estímulo entre la comunidad artística de la práctica de esta manifestación. |