La exposición, que alude en su título al universalismo constructivo y otras tendencias iberoamericanas, muestra la obra de grandes artistas, muchos de ellos formados en Europa pero que alcanzan casi siempre su plenitud tras retornar a sus países de origen. Dividida en seis secciones, la primera de ellas, titulada Raíces, reúne obras de artistas como Rafael Barradas, Wifredo Lam, Roberto Matta, Francisco Narváez, Armando Reverón o Rufino Tamayo.

El centro de la colección

A continuación se propone una mirada al auténtico protagonista de la colección: la obra compleja y multiforme del uruguayo Joaquín Torres García (Montevideo, Uruguay, 1874-1949), un creador a caballo entre su país natal y Europa, que además se asomó durante un tiempo a las calles de Nueva York.

Gracias al selecto conjunto de cuadros, relieves y juguetes que ha reunido Chappard, el espectador asiste a la génesis del peculiar constructivismo de Torres García, en diálogo con sus referentes europeos, pero también con el pasado indígena.

La Escuela del Sur narra, con piezas gran calidad, la historia de esta corriente, es decir, la influencia de Torres García sobre toda una generación de artistas uruguayos que pasaron por su taller, como Julio Alpuy, Gonzalo Fonseca, José Gurvich, Francisco Matto, Manuel Pailós, Héctor Ragni y Alceu Ribeiro, así como Augusto y Horacio Torres, hijos del maestro, o el argentino Sergio de Castro.

Nuevos caminos

Los años cincuenta trata de los desarrollos del arte iberoamericano durante esta década, siempre bajo el prisma de lo constructivo, con piezas de los venezolanos Carlos Cruz Díez, Gego, Alejandro Otero y Jesús Rafael Soto, de los argentinos León Ferrari y Luis Tomasello, del colombiano Edgar Negret o de los brasileños Sergio Camargo y Mira Schendel. En cuanto a la sección Los nuevos caminos, acerca a un presente en el cual Chappard, ajeno a los fenómenos de moda, sabe detectar aquellas voces que prosiguen por los senderos trazados por los grandes precursores.

Por último, la sección dedicada al contexto internacional de la colección recoge obras de artistas europeos que confirman los vínculos permanentes entre el nuevo y el viejo continente, como Le Corbusier en su faceta de pintor, la estadounidense de origen ruso Louise Nevelson, el ruso-francés Serge Poliakoff, el húngaro Victor Vasarely y Maria Helena Vieira da Silva, que pasó la Segunda Guerra Mundial en Brasil.

La exposición cuenta con el apoyo de la Fundación Carlos de Amberes, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y Caja Duero.

 

Joaquín Torres García, pintor y maestro de arte

Nace en Montevideo en 1874. A los 17 años de edad se radica en Barcelona donde realiza su formación artística. Se destaca como uno de los principales impulsores de la vida artística e intelectual de la ciudad participando del movimiento Noucentista Catalán, basado en un retorno al clasicismo y al arraigo en la tradición mediterránea.
En 1917 publica su libro El descubrimiento de Sí Mismo.

En 1920 comienza un periplo que lo llevará por Nueva York, Italia y París, donde se establece en 1928. Se relaciona con los principales exponentes de las vanguardias; junto a Seuphor y otros artistas abstractos crea el grupo y la revista Cercle el Carré. Elabora su sistema estético-filosófico, el Universalismo Constructivo, un arte construido en base a los principios de proporción, unidad y estructura.

En 1934 regresa al Uruguay con el ideal de impulsar un arte propio e inédito para el continente americano bajo los postulados de la doctrina Constructiva. Realiza una intensa labor didáctica dictando más de 500 conferencias sobre arte y estética. Reanuda la publicación de Círculo y Cuadrado, construye el Monumento Cósmico Constructivo en granito, edita varios libros, entre ellos Estructura, La Ciudad sin Nombre, La tradición del Hombre Abstracto y Universalismo Constructivo. Pinta la serie de retratos constructivos Hombres Héroes y Monstruos.

En 1942 se crea el Taller Torres García, un taller de trabajo y enseñanza colectiva donde hace transitar a sus discípulos el camino del arte, no por la sola imitación de las formas externas, sino enfrentando los más íntimos problemas del quehacer artístico, con la consigna de que el artista es primero un hombre, y que se debe "ser para hacer".

Es así que forja una escuela pictórica uruguaya y americana con identidad propia, La Escuela del Sur, que permanece como uno de los más consistentes movimientos artísticos del s. XX.

Fallece en Montevideo el 8 de agosto de 1949.
 

 

 

Badajoz. Explorando el Sur. El universalismo constructivo y otras tendencias en América Latina. MEIAC.

Del 4 de marzo al 30 de mayo de 2009.

Comisario: Juan Manuel Bonet.