Ambas estructuras (la Casa de Bambú es una vivienda de protección oficial y el Árbol de Aire es una réplica de los árboles bioclimáticos que componen el Eco-Bulevar de Vallecas, un espacio público) son ejemplos de sostenibilidad urbana y humana accesible. Juntas actúan como contendores de la transformación reciente de la ciudad, que puede servir de referente a otras ciudades que, como Madrid, trabajan para alcanzar el ideal de la Expo de Shanghái: una ciudad mejor para una vida mejor.

La Casa de Bambú es obra del arquitecto Alejandro Zaera, cuyos proyectos destacan por combinar el uso de las tecnologías más vanguardistas con la eficiencia y el buen diseño. Zaera ha sido el encargado de construir el pabellón de Madrid en Shanghái. En cuanto al Árbol del Aire, diseñado por Ecosistema Urbano, son tres árboles bioclimáticos que provisionalmente sustituyen al bosque recién plantado en Vallecas. Estos espacios públicos protegen a los ciudadanos de los elementos, fundamentalmente del sol y del calor, y fomentan la convivencia ciudadana.

Los tres tipos de videoarte

Pero lo que se ha llevado a Shanghái son versiones adaptadas de esos edificios. La Casa de Bambú forma parte del pabellón, se mantiene su exterior pero se hicieron modificaciones para adaptarlo al clima de Shanghái. En cuanto al Árbol de Aire, es distinto a sus “hermanos” de Madrid. Está dedicado a la energía eólica, por lo que cuenta con pequeños molinos para “fabricar” electricidad y un ventilador gigante que mantiene frescos a sus numerosos visitantes.

Ambas estructuras ilustran la reciente transformación urbana de Madrid. El Árbol de Aire, por su parte, es un espacio multimedia que ofrece exposiciones y espectáculos en directo y que sirve de punto de encuentro y descanso a los visitantes.

Más en concreto, la organización OPEN THIS END ofrece en el Árbol del Aire tres exposiciones muy novedosas, comisariadas por Cristina García-Lasuén, que incluyen vídeos creados por importantes artistas internacionales, mostrando, por primera vez en la historia, una muestra que presenta la clasificación teórica de los tres tipos de videoarte actuales: Real, Virtual y el último en surgir, el Machinima o CinemaPop.

Real (R-R)

En este tipo de videoarte se presentan imágenes artísticas de la vida cotidiana utilizando los medios y herramientas actuales de creación. En otros casos, los artistas utilizan los instrumentos actuales de realización, proyección y comunicación, interviniendo el espacio e interactuando con el público real. Los vídeos reflejan las innovadoras actuaciones y performances de estos artistas.

Virtual (R-V)

Estos vídeos artísticos están hechos con animación CGI (computer-generated imagery). Pueden recrear una apariencia de la realidad, los llamados “vídeos virtuales”, o ser animados, estilo cartoons, llamados «animaciones», pero siempre son representaciones virtuales, no reales. Es decir, los artistas crean un mundo nuevo.

Un nuevo tipo de videoarte: el Machinima (V-V)

Este videoarte representa el grado máximo de virtualidad. No son dibujos ni cartoons. Están grabados dentro del propio mundo 3D virtual, un espacio llamado «metaverso». En ocasiones se utiliza un personaje, un avatar. Esto permite presentar las actuaciones interactivas de los avatares y ver lo que sucede en los mundos generados. También se puede mostrar y filmar en tiempo real (render). No interviene la realidad. Generalmente parten de videojuegos y de programas de ocio sociales. Se conocen como “machinimas”. El nombre está compuesto por las técnicas que se utilizan para realizarlo; máquina + animación + cine. Aunque tanto por la práctica cinematográfica empleada, como por la accesibilidad del público a la creación, edición y publicación, los organizadores de la exposición consideran que el machinima podría ser sinónimo de un “CinemaPop”.

Videocine de creación popular

“Lo novedoso que hemos hecho –explica Cristina García-Lasuén– se centra en la clasificación teórica de los tres tipos de videoarte actual; su definición y distinción y también en que hemos incorporado un nuevo tipo de videoarte, los machinimas. De momento estos vídeos están definidos por los medios técnicos que utilizan para expresarse (animaciones hechas por ordenador utilizando las técnicas del cine), aunque nosotros consideramos más adecuado el nombre de CinemaPop, es decir, el nuevo videocine de creación popular”.

OPEN THIS END es una organización cultural sin ánimo de lucro formada por profesionales del ámbito del arte, la cultura, las ciencias y la educación que clasifica, desarrolla y exhibe contenidos generados con las nuevas tecnologías. El objetivo es acercar la cultura y las ciencias a los profesionales, estudiantes y al público, en general, de una forma actual, amena y fresca.