La muestra, en la que también colabora el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), agrupa cerca de 120 obras, óleos, esculturas, grabados y dibujos, entre los que se encuentran sus conocidos lienzos Bañistas en el río y Los marroquíes.
Un Matisse más exigente
En este período, finales del 1913 y 1917, aparece un Matisse más exigente, experimental y enigmático debido, según los críticos, por un lado, a la influencia de la guerra y, por otro, al desafío de una nueva generación de artistas, en particular al cubismo, tan defendido por su joven amigo, y a la vez rival, Pablo Picasso. Como resultado, Matisse se reinventa artísticamente para desarrollar, como él mismo denominó, “los métodos de construcción modernos”, un proceso en el que el acto de la creación misma es el foco principal.
A diferencia de su arte anterior, que se caracteriza por uso del color y los detalles arabescos, esta nueva etapa es rigurosamente abstracta, muy reelaborada, y con predominio de los colores negro y gris. Sus lienzos muestran una multitud de capas de pintura formando composiciones casi escultóricos a través del raspado y la incisión; por otro lado, en sus esculturas se aprecia un notable énfasis en la geometría y la estructura. Técnicas que también se aprecian en sus dibujos y grabados.
Tras su paso por Chicago, donde permanecerá hasta el 20 de junio, esta muestra viajará a Nueva York, donde podrá visitarse en el MoMA de a partir del 18 de Julio.
Chicago. Matisse: Radical Invention, 1913-1917. Instituto de Arte de Chicago.
Hasta el 20 de junio de 2010.