En un momento en que Claude Monet era considerado como un artista desfasado con una producción igualmente anacrónica, surgieron una serie de jóvenes artistas que supieron encontrar en su pintura nuevos caminos o réplicas ante los gustos imperantes. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la historia del arte se vio, una vez más, mutilada y descompuesta en un abanico de estímulos que arrastraban las ya viejas estrategias de la Vanguardia canónica. Así, fórmulas manidas o excesivamente aprovechadas como el último Expresionismo o la Nueva Objetividad dieron paso a nuevas propuestas como la Abstracción americana, en cuyo seno se revalorizó cierto tipo de arte europeo y, más concretamente, se redefinió el modo de entender a Monet.
Con esta inminente exposición en Madrid se podrá no sólo comprender mejor a este artista de referencia, sino también colocar su mirada dentro de las inquietudes del panorama cultural americano, centrol munidial del arte durante la segunda mitad del siglo XX.