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Descargando
Por un lado, Arregui, que cuenta con obra en importantes colecciones nacionales como el ARTIUM de Vitoria, el Guggenheim de Bilbao, el MUSAC de León o la Fundación Coca Cola, presenta su último trabajo videográfico protagonizado por un joven cayendo al vacío que evoluciona entre un abrupto descenso y unos delicados movimientos de baile, interrumpido en ocasiones por el icono de descargando característico en el visionado de audiovisuales en Internet.
Las distorsiones de píxeles propias de los códecs de compresión de estos vídeos también son incorporadas por el artista para ofrecer esa textura particular del mundo digital. En un momento de la creación podemos ver al personaje interactuando con un ordenador, operando con una representación de sí mismo en un portal donde se comparten vídeos.
En esta obra, el artista continúa su investigación en torno a las tensiones entre lo real y lo virtual. El andrógino aspecto del protagonista y el ambiguo tratamiento del suicidio hacen que pensemos en el desajuste del individuo frente a la sociedad, en los movimientos políticos vinculados a la liberación de las minorías, la reflexión sobre el cuerpo y el desafío a la normalidad.
Prototipado
El segundo grupo de trabajo de la exposición lo constituyen una serie de esculturas, titulada irónicamente Objeto Singularísimo, que han sido creadas con software de creación 3D y posteriormente ejecutadas con tecnología de prototipado (estereolitografía), cuyos modelados originales el autor ha colocado en internet para uso público, en una dirección URL que forma parte de las propias piezas.
Sin abandonar su particular sensibilidad, Arregui explora de este modo las relaciones entre tecnología, propiedad intelectual y la fetichización característica del mercado del arte.
Esos “objetos singularísimos” proponen una reflexión sobre la forma tradicional de contemplar trabajos artísticos, puesto que lo que encontramos en el “territorio” del arte, la galería, es sólo una copia de un original accesible a cualquiera en la red.
Asimismo, el trabajo se mueve entre lo conceptual y lo emotivo. La precisa inscripción de la base contrasta con el tratamiento barroco de unas formas que remiten a un misticismo presente en el resto de sus trabajos, como Sed de Infinito o Querer Sin Recompensa que a su vez abordan temas como la desmaterialización de la realidad.
El proyecto trata directamente la idea del cambio que ha sufrido el trabajo creativo. Hoy vivimos en una sociedad post-industrial donde los bienes son inmateriales. Con este desplazamiento desde la era industrial, a la de la información o la del capitalismo del conocimiento, hay una diferencia significativa: esos bienes inmateriales pueden ser reproducidos sin pérdida. Es más, para poder funcionar en la escala de valores establecida la distribución de estos bienes inmateriales debe ser restringida. Esto se hace con la ayuda de las leyes de propiedad intelectual, el copyright, las patentes y las marcas registradas.
Deformaciones
Para completar la exhibición el artista rescata su proyecto Irresistiblemente Bonito protagonizado por una joven con una grave enfermedad que le provoca importantes deformaciones en los huesos y que alcanzó cierta popularidad en televisión como ejemplo de superación personal. El artista grabó un vídeo “real” con ella y posteriormente realizó una réplica en 3D.
Exponiendo la artificialidad inherente a todos los procesos representacionales, Arregui reflexiona sobre los mecanismos de conversión de un personaje real en su propia copia mediatizada. De igual modo, la pieza evidencia la comprometida posición del artista sobre la cuestión de los discursos hegemónicos amparados en el determinismo biológico en torno al cuerpo.
Tres proyectos que cuestionan las formas y narrativas artísticas hegemónicas, que critican los modelos imperantes y amplían las posibilidades del vídeoarte y la escultura como medio para comunicar, interrogar y potenciar las transformaciones sociales y las nuevas formas de politización.
Manu Arregui (Santander, 1970), es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. Sus trabajos han sido incluidos en importantes exposiciones como Trans-sexual Express International comisariada por Xavier Araquistain y Rosa Martínez, Bad Boys proyecto de Agustín Pérez Rubio realizado con motivo de la 50 Bienal de Venecia, Monocanal Vídeo: 1996-2002 comisariada por Juan Antonio Álvarez-Reyes y Berta Sichel para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Sesiones Animadas proyecto de Juan Antonio Álvarez-Reyes para el mismo museo y el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas, Chacun à son Goût comisariada por Rosa Martínez para la conmemoración del décimo aniversario del Museo Guggenheim de Bilbao o España. Arte Español 1957-2007 en el Palazzo Sant’Elia de Palermo. Con la galería Espacio Mínimo ha participado en importantes ferias internacionales de Arte Contemporáneo como ARCO (Madrid), ART BASEL MIAMI BEACH (Miami), FRIEZE (Londres) o CIGE (Beijing). En el año 2002 obtuvo la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Marcelino Botín con la que completó su formación en el ISCP de New York. En 2004 gana el Primer Premio de Videocreación y Formatos Digitales Caixa Galicia y en 2007 el Premio Altadis de Artes Plásticas. Su obra está representada, entre otras, en las colecciones de los museos ARTIUM de Vitoria, Guggenheim de Bilbao y MUSAC de León, el Centre d’Art la Panera de Lérida, el Consejo Superior de Deportes, la Fundación Coca Cola o la Fundación Ordóñez-Falcón. |
Madrid. Objeto Singularísimo. Galería Espacio Mínimo
Hasta el 30 de abril de 2009.