Esta muestra, que permaneció abierta en el Museo de Zaragoza desde diciembre de 2008 hasta el mes de marzo de 2009 recibiendo más de 35.000 visitantes, fue concebida para mostrar la afinidad entre algunos de los asuntos más sugerentes sobre los que el pintor reflexionó y los que otros artistas han expresado en el transcurso de la edad contemporánea. Ahora, el interés del Ministerio de Asuntos Exteriores, catalizado a través de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) y del Ministerio de Cultura, por una muestra de repercusión internacional, ha hecho que la mayor parte de las obras de esta exposición se vuelvan a reunir en una muestra representativa de España durante su Presidencia de la Unión.
Clave para entender
La exposición no trata tanto de apreciar la influencia de las obras de Goya sobre otros artistas o de plasmar solo la afinidad entre la concepción goyesca y la que es propia de artistas como, entre otros muchos, Géricault, Much, Kirchner, Rouault, Auerbach, Jorn, Kossof, Delacroix, Manet, Munch, Kiefer, Dix, Picasso, Masson, Kline o Saura. Entre todos ellos, más allá de las diferencias que pueden existir, encontramos afinidades que la exposición se propone esclarecer, dando lugar así a una reflexión sobre la condición misma del mundo moderno, sus luces y sus sombras.
Goya, "padre del arte moderno", según André Malraux; "el primer pintor que pintó para sí mismo", en opinión de Antonio Saura; "el artista que se adelantó en un siglo a todos los ismos", a juicio de Federico Torralba. Goya, sólo Goya: academicista en sus tapices, impresionista en sus conjuntos murales y retratos, expresionista en sus sobrecogedoras pinturas negras, surrealista en sus oníricos grabados.
La influencia de Goya sobre el arte y la cultura contemporáneos es cada vez más patente. La historiografía tradicional señaló, en su momento, las influencias estilísticas y el carácter de precedente que poseía el artista aragonés para muchos de los movimientos que definen el arte de los siglos XIX y XX: impresionismo, simbolismo, expresionismo, surrealismo, etc. En la actualidad, resulta evidente que su influencia trasciende tales ámbitos, con ser éstos muy importantes. Francisco de Goya es una figura central para comprender el mundo moderno, precisamente en lo que éste tiene de modernidad.
La claridad que semejante luz proyecta La condición de la subjetividad, la presencia de la irracionalidad, la importancia del cuerpo y de la sexualidad, la violencia y el terror, la constancia del miedo son algunos de los aspectos sobre los que las pinturas, los dibujos y los grabados de Goya arrojan una luz intensa. No son pocos los artistas que, directa o indirectamente, se mueven en la claridad que semejante luz proyecta, haciendo suyos muchos de esos temas y permitiéndonos comprender de una forma inquietante el mundo en el cual vivimos. |