Empezando por los propios jardines del British Museum, que se han convertido en un bosque himalayo con sus rododendros, amapolas azules, árboles de mango y nuez, que va modificándose para terminar en un jardín de piscinas y flores de loto característico de la india subtropical, un montaje botánico realizado en colaboración con los Jardines de Kew.
Toda una exquisita preparación para dar entrada a la exposición de las pinturas reales de Jodhpur, representativas de una cultura que dominó vida cortesana hindú durante casi dos siglos, un préstamo cortesía del museo de Mehrangarh, y del propio Gaj Singh II, el actual maharajah de Jodhpur.
Por primera vez
54 pinturas enormes, exuberantes, que nunca antes habían salido de la India y que se mantendrán en Londres desde este mes hasta el final del verano. Las obras fueron pintadas por una escuela de artistas que se mantuvieron fieles a tres etapas de gobierno en la India del noroeste: Bakhat Singh, que comenzó su reinado en 1725, su hijo Vijai Singh y su viznieto el Maharajah Man Singh, cuyo reinado terminó en 1843, cuando los Británicos extendieron sus ambiciones imperiales hacia el oeste a través de India.
Estas dinastías representan el final de la fuerza y de la independencia locales en Rajasthán, que hasta entonces había continuado curiosamente aislada de los cambios acontecidos en el resto de la India. Pocas innovaciones europeas – relojes, relojes, telescopios – habían alcanzado el desierto de Rajput y su cultura seguía siendo relativamente inmune a la de los europeos. Una corte en la que la mayoría de la gente hablaba y escribía persa, así como hindi y sánscrito (la lengua sagrada del hinduismo).
Documento de gustos
Las pinturas son, por tanto, parte de la cultura de una corte que fundió tradiciones del persa y de Rajput. La música, la poesía, la danza y el tejido de materias textiles brillantemente coloreadas también eran importantes. Sin embargo, fuera de la corte, la educación no estaba extendida, de forma que en las aldeas y los oasis pocos sabían leer o escribir y seguían haciendo la misma vida que siglos atrás.
Cuando finalmente apareció la cultura británica y el poder de los gobernantes se marchitó, las pinturas -estimadas en varios centenares- fueron olvidadas y guardadas en cajones del palacio o almacenes polvorientos. Es así como protegidas contra luz y la suciedad han sobrevivido con sus colores brillantes intactos. Y como tal, representan un vibrante documento de los gustos estéticos diversos y de las opiniones políticas y espirituales de tres generaciones en la corte de Jodhpur.
Londres. Garden and Cosmos: The Royal Paintings of Jodhpur. British Museum.
Del 28 de mayo al 23 de agosto de 2009.