Alrededor de la obra de estos colosos del arte, esta exposición mostrará el trabajo de otros grandes maestros del arte ruso, como Natalia Goncharova, Piotr Konchalovski, Mijail Larionov, Valentin Serov, Isaac Brodski o Nikolai Roerich.

Rusia y la vanguardia

Hacia finales de la primera década de del siglo pasado, Rusia fue el escenario de algunos de los movimientos de vanguardia que con más fuerza se desarrollaron en la centuria. Estas nuevas propuestas conceptuales y estéticas se gestaron bajo una gran influencia de la artesanía y las tradiciones populares rusas. Por eso, en esta muestra se expondrán, junto a las obras plásticas, diferentes ejemplos del arte doméstico y decorativo ruso del primer cuarto del pasado siglo, como vestidos, juguetes y diferentes objetos de la vida cotidiana.

En el primer segmento de la exposición se exhiben obras de Igor Grabar, Nikolai Milioti e Isaac Brodski realizadas en la primera década del siglo XX, y en las que aún se percibe la orientación impresionista y simbolista en el tratamiento de los temas rurales y folclóricos.

En este contexto destaca el lienzo de Mijail Larionov Indiecita (1900), ejecutado con el espíritu de los artistas autodidactas y bajo las impresiones de los carteles y vallas publicitarias que tanto estremecerán al artista y que más tarde se convertirán en la fuente de su neoprimitivismo. 

Kandinsky y Malevich

La exposición exhibe obras de primera importancia de dos grandes maestros de la pintura rusa que han marcado las transformaciones de la historia del arte del siglo XX: Vasili Kandinsky y Kazimir Malevich.

En los hallazgos realizados por Vasili Kandinsky en su interpretación de las fuentes populares rusas, lo primitivo se revela no sólo en los motivos, sino en la gama de colores, la libertad y las estructuras rítmicas de las composiciones (Paisaje de verano e Improvisación).

La interpretación de Kazimir Malevich de los temas religiosos (Estudios para una pintura al fresco) con figuras planas e incorpóreas inspiradas en los luboks tradicionales, supera el lirismo y enajenamiento propios del simbolismo y sienta las bases de su destrucción (Autorretrato).

Goncharova

Una parte importante de esta muestra se centra en la obra de Natalia Goncharova quien, de forma especial, introduce el interés por el primitivismo y el arte popular en los trabajos de los artistas rusos contemporáneos.

En la selección de las obras de Goncharova, dedicadas a representar la vida rural (Recolección de fruta y Blanqueando lino), las escenas parecen hechas con los ojos y las manos de los propios campesinos.

La exposición reúne obras representativas de los principales miembros de la agrupación La Sota de Diamantes: Piotr Konchalovsky (Bandeja y vegetales), Ilia Mashkov (Naturaleza muerta con uvas), Robert Falk (La vieja Ruza), que ilustran cómo el entusiasmo por la obra de Cezanne fue reemplazado por la creación de naturalezas muertas y paisajes de factura, formas y colorido inspirados, ante todo, en las pinturas sobre bandejas y carteles, los juguetes de madera y arcilla, y la arquitectura antigua.

Quizá como en un ningún otro lugar, en Rusia las mujeres desempeñaron un importante papel en los movimientos de vanguardia. En la exposición se muestran trabajos de primer orden de Olga Rozanova (Paisaje urbano y Café), una de las grandes artistas entusiastas del neoprimitivismo, y de su contemporánea Elena Guro (Mujer con pañuelo), poetisa y pintora.

Segmento final

En el segmento final del recorrido se suceden excelentes obras de Goncharova, David Burliuk, Malevich, Filonov y Rozanova de la segunda década del siglo XX, donde con independencia de los recursos pictóricos con que experimentaban, se evidencia la persistente influencia neoprimitivista.

El fin de este viaje a la lejana Rusia está coronado por el óleo Cuatro ases de Rozanova, obra de la serie Juego de cartas, tema que la pintora utiliza para desarrollar la idea del arte sin argumento y sin fórmulas tradicionales de expresión, y donde las cartas fueron un medio para reafirmar la inutilidad de los retratos. Un acercamiento al suprematismo, con claras raíces en la cultura popular.

Además, la exposición reúne una cuidadosa y representativa selección de objetos de uso utilitario con alto valor decorativo realizadas por maestros artesanos entre el siglo XIX y las primeras décadas del XX, procedentes de diferentes regiones de Rusia. Todos ellos son referencias que permitirán al visitante identificar las profundas raíces populares en la pintura de las vanguardias rusas.

 

Ferrol. Orígenes de la vanguardia rusa. Fundación Caixa Galicia.

Del 30 de enero al 29 de marzo.

Comisaria: Anastasia Karlova.