perfección técnica e icono de toda una generación que con su cámara supo atrapar como ningún otro los cuerpos desnudos de hombres y mujeres, escenas de agudo carácter sexual o erótico, la homosexualidad o retratos de personalidades del ámbito del arte en el Nueva York del último tercio del siglo XX.
Cuando se cumplen 20 años de su fallecimiento (fue uno de los primeros artistas famosos que murió de sida) el CAC realiza una revisión de todo un mito que defendió la riqueza estética de la fotografía hasta el último día de su vida, a través de una cuidada selección de fotografías en blanco y negro de la prolífica obra de Mapplethorpe, dejando claro, una vez más, su interés por mostrar las tendencias más vanguardistas y los artistas más notables del arte contemporáneo.
20 años después
Su infancia estuvo marcada por una fuerte educación católica, hecho que le llevó a interiorizar los conceptos de culpa y pecado. Estudió en el Pratt Institute de Brooklyn de 1963 a 1970 donde produjo obras inspiradas en diversas disciplinas artísticas. A pesar de que en aquel momento todavía no se había iniciado en la fotografía, sí que utilizaba imágenes fotográficas en sus composiciones que extraía de revistas y libros.
MappIethorpe comenzó a realizar fotografías con una Polaroid. No se consideraba fotógrafo, pero deseaba utilizar sus propias imágenes en sus obras. Sus primeras polaroids fueron autorretratos y una serie de retratos realizados a la cantante-artista-poeta Patti Smith, amiga y musa a lo largo de su vida, y cuyas fotografías son un auténtico testimonio de cariño y complicidad.
Gran expresividad
La obra de Mapplethorpe ha estado marcada por la controversia; sus fotografías de la anatomía humana, las escenas sexuales y las imágenes de personalidades le valieron su reconocimiento como símbolo de la libertad artística y de la libre opción sexual en los locos años de la década de los 70 y los 80. A pesar de todo ello, de lo que no cabe duda es de la gran expresividad que emanan sus obras, nadie como él para convertir paisajes en cuerpos y cuerpos en paisajes. Fotógrafo de estudio, controlaba la técnica hasta la perfección de la imagen, desde su composición hasta la textura, la luz, las posturas de los cuerpos… sus fotografías podían catalogarse como esculturas y rompieron los prejuicios sociales de una época polemizando sobre el sexo, la raza y la religión.
A principios de los años 80, su obra evoluciona hacia temas más formales y de belleza clásica. De esta época son sus trabajos con flores y esculturas, así como los retratos a celebridades que no dudaron en posar para un artista que entendía la fotografía de manera honesta y directa. Lisa Lyon, primera campeona del mundo de culturismo en 1980, adoptó para la cámara de Mapplethorpe distintos roles y actitudes, y sus retratos son un exponente claro de este período.
Cambio radical
La vida de Robert Mapplethorpe cambió radicalmente en septiembre de 1986, cuando le fue diagnosticado el VIH. A partir de ese momento, su actividad se volvió incesante, sacaba fotografías a diario; muchos de los trabajos de este perÍodo son autorretratos, con los que el artista quería captar la decadencia de su enfermedad. El 27 de mayo de 1988, 10 meses antes de su fallecimiento, crea la Robert Mapplethorpe Foundation para favorecer el reconocimiento de la fotografía como disciplina artística, apoyar a los museos que promuevan la exposición de fotografías y alentar y financiar proyectos en la lucha contra el sida.
El 9 de marzo de 1989 falleció en Boston. Para entonces ya había recibido el reconocimiento de público y crítica en exposiciones llevadas a cabo en, por ejemplo, el Centro Georges Pompidou (Paris, 1983), el Institute of Contemporary Arts (Londres, 1983), el Whitney Museum of American Art (Nueva York, 1988) o la National Portrait Gallery (Londres, 1988).
Málaga. Robert Mapplethorpe. Centro de Arte Contemporáneo.
Del 11 de septiembre al 15 de noviembre de 2009.