Para Rodríguez Caballero, “en ambos tipos de obra hay un interés por la piel del material y por el discurso de lo pictórico. También aparecen factores, como el desarrollo del elemento tridimensional y una aproximación a lo escultórico, que conviven, no obstante, con los factores que anteriormente han determinado mi trabajo, como el tratamiento del material, la geometría y la luz”.

Los origamis de este artista están realizados con papel vegetal de 360 gramos, lo que le permite doblarlo las veces que cree necesarias, traspasando así los límites de la bidimensionalidad y dando a sus obras profundidad y volumen. Los infinitos pliegues que Rodríguez Caballero da a sus papeles componen sugerentes blancos y grises a los que añade pequeñas notas de color.

Acto de erosión

En cuanto al aluminio, el artista primero realiza una maqueta a tamaño real, en la que incluye pequeñas manchas de color que contribuyen a la lectura de la obra, a la vez que componen un recorrido visual que convierte cada pieza en imagen. Creadas, además, a partir de un tipo de pigmento real, ingenian un diálogo y una unión entre dos maneras de pintar: una virtual, generada a través del tratamiento y la erosión del aluminio, y una física, elaborada por y a través del pigmento. La acción de pintar sin pintura. El acto de erosión, fruto del lijado, produce toda una serie de sombras que cambian dependiendo de la mirada del espectador.

“La selección de obra -apunta el artista- muestra los aluminios de gran formato en los que estoy trabajando ahora, pero también he incluido algunos origamis en papel para que se pueda apreciar dónde está la génesis de esta última línea de trabajo. El resultado muestra cómo funciona el plegado en dos materiales distintos, uno más duro, el aluminio, con un proceso que incluye la intervención de maquinaria; y otro, el papel, más dúctil y espontáneo. En la elaboración de unas piezas el trabajo hay que realizarlo con un equipo mientras que con el otro material la obra es más íntima y espontánea, realizada en el estudio de forma menos planificada”.

 

Intensa trayectoria

David Rodríguez Caballero, licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco (1995), ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas y en ferias como KIAF de Seúl, MACO de México, BALELATINA de Basilea y ARCO de Madrid. También obtuvo el Primer Premio Internacional de Grabado Bodegas Dinastía Vivanco (La Rioja, 2008), Primer Premio de la IX Mostra Colección  Unión Fenosa (Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa, 2006), Primer Premio  de Artes Plásticas “Engloba” (Valencia, 2004), Primer Premio de Pintura Volksbank  Paderborn (Paderborn, Alemania, 1996) y Primer Premio de Pintura Pamplona Jóvenes  Artistas (Pamplona, 1995).

Cuenta con obra en numerosas colecciones internacionales: Museo Würth (La Rioja), Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco, Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa (MACUF), Ayuntamiento de Pamplona, Palacio de los  Papas (Viterbo, Italia), Fundación Volksbang (Paderborn, Alemania), Museo de Navarra, Instituto Nacional de Estadística y la ISE Cultural Foundation (Nueva York / Tokio). 

 

Madrid. Plegados de David Rodríguez Caballero. Marlborough Barcelona.

Del 10 de junio al 9 de septiembre de 2009.