Contra las tendencias

Las obras de Paul Thek son a la vez críticas y poéticas, donde la muerte, la sexualidad y el conflicto entre el hombre y el progreso tecnológico son algunos de sus temas principales. El arte y la vida se mezclan en las obras de Thek, que creó instalaciones de duración limitada, formados por objetos efímeros y materiales inestables.

Paul Thek nació en Brooklyn en el seno de una familia de origen irlandés y germánico, y apenas pudo conciliar su educación católica con su condición de homosexual. Su vida transcurrió entre Nueva York, donde compaginó sus estudios de arte con varios oficios, y otras ciudades europeas como Roma, Amsterdam y París, donde pasó temporadas y realizó algunas de sus instalaciones más simbólicas.

Durante su corta vida fue en contra de las tendencias del mundo del arte, humanizando los espacios institucionales con la fuerza de su humor, espiritualidad y carácter. Thek murió de sida en 1988, cuando pensaba retirarse a un monasterio de Vermont, desilusionado por la sociedad que le rodeaba.

Artista de culto

La mayoría de los trabajos que ahora se exponen se encuentran en colecciones privadas y, por lo tanto, se ven en muy raras ocasiones. Paul Thek, a pesar de ser injustamente ignorado, es considerado un artista de culto. El nomadismo que le caracterizó marcó un arte claramente cosmopolita. Su obra se entiende como un discurso crítico sobre la razón y la lógica como opuestas a las emociones, la corporalidad y la religiosidad.

Además, con motivo de esta exposición, se ha editado un catálogo-libro que es el primer libro y monografía que se publica en el mundo sobre este artista. Se trata de una monografía que documenta las obras materiales de Thek y sus “procesiones” que se editará primero en español y un mes más tarde en versión inglesa.