La designación del arquitecto navarro se fundamenta en su prestigio internacional en el mundo de la cultura, y en la singular y especial vinculación de Moneo al Museo del Prado.

El entorno del Paseo del Prado es testigo privilegiado del trabajo de Moneo, donde ha dejado tres de las obras más representativas de una parte de su pensamiento: la transformación del Palacio de Villahermosa para acoger el Museo Thyssen-Bornemisza, la ampliación del Banco de España y la misma ampliación del Museo del Prado.