En todo el país se suspendieron un gran número de conciertos, la mayoría de cines y teatros cerraron y se suspendieron la mayoría de los rodajes. Según los sindicatos, más de 250.000 trabajadores del sector secundaron la huegla.

El sector exige la reintegración del Fondo Estatal para el Espectáculo (FUS), actualmente rebajado a 288 millones de euros para tres años. En 2008, cuando Silvio Berlusconi ganó las elecciones y formó su tercer Gobierno, rozaba los 450.

«No puedo no comprender las razones de la protesta», declaró el ministro de Cultura, Sandro Bondi, «porque plantean cuestiones reales, pese a algunas instrumentalizaciones políticas», dijo prometiendo hacer lo posible para encontrar un acuerdo antes de que acabe el año.