Sobre la base de un modelo clásico de mercado de valores, Art Exchange ofrecerá a inversores y coleccionistas la posibilidad de participar de forma conjunta, a través de acciones disponibles que van de los 10 a los 100 euros, en la propiedad de obras de arte que en las galerías se estarán vendiendo por un valor mínimo de 100.000 euros, aunque la compañía tiene la intención de reducir esa cifra base de venta al público una vez se encuentre totalmente establecida.
«Dado que estamos poniendo en marcha algo nuevo en este mercado, teníamos que crear confianza y credibilidad entre los inversores y esto solo se hace disponiendo de obras de arte de una cierta altura», ha declarado Caroline Matthews, directora de operaciones de Art Exchange, quien confía en que el alto nivel de las piezas puestas a disposición del público animará incluso a los detractores de la propuesta a invertir a través de este sistema: «Para algunas personas, la mezcla de arte y finanzas va en contra de sus principios, pero en el futuro las cosas tal vez se vean de manera diferente».
Sistema muy regulado
El sistema es el siguiente: a cambio de una comisión del 5%, Art Exchange se hace con el derecho exclusivo de vender acciones de una obra determinada durante un período que va de los tres a los seis meses. Si en el plazo máximo de seis meses no ha logrado vender al menos el 20% de las acciones, la galería recupera las participaciones que habían sido vendidas y mantiene la propiedad de la obra. Por otro lado, si un inversor consigue acumular en ese plazo el 80% de las acciones de la obra, dispone de la opción de proceder directamente a su compra. Por su parte, durante el tiempo en que estén operando bajo este sistema, las galerías pueden optar por mantener las obras –siempre que así convenga para la exposición en curso– o bien que Art Exchange se haga cargo de ellas para ser cedidas en exhibición a otras instituciones.
Actualmente están participando en este proyecto seis galerías parisinas, pero la compañía promotora tiene la intención de seguir expandiéndose y entrar en mercados como el de EE.UU., Reino Unido o China. Inicialmente se ofrecerán únicamente seis obras, de las que ha trascendido que incluyen una instalación de Mike Kelley valorada en un millón de dólares, una obra de Sol LeWitt de1998 titulada Forma Irregular y una gran escultura de Richard Texier.
Proceso transparente
Art Exchange asegura que todo el proceso será totalmente transparente y que los inversionistas potenciales podrán seguir el precio de las acciones y su fluctuación a través de su página web www.aexchange.net. Según Pierre Naquin, uno de sus co-fundadores, «estamos apuntando al tipo de cliente que está acostumbrado a invertir en Sicavs (instituciones de inversión colectiva) o a quienes buscan exenciones fiscales (en Francia las obras de arte están libres del impuesto de solidaridad aplicado a las grandes fortunas), así como a instituciones bancarias y fondos que buscan invertir grandes sumas de dinero en una variedad de activos diferentes».
A la pregunta de por qué razón una galería opta por utilizar un intermediario cuando podría vender directamente las obras sin ninguna dificultad, el director de la galería Yvon Lambert, Olivier Belot, comenta: «Puede sonar utópico, pero tenemos la esperanza de inspirar a la gente a convertirse en coleccionistas. Hemos optado por ofrecer a través de este sistema únicamente obras que sean propiedad de la galería, una fórmula que nos parece más respetuosa con los intereses de los artistas. No queremos implicarles en los posibles riesgos».