Este conjunto documental estaba en posesión de Alejandra Alberola y fueron entregados en su día a su padre, el también exiliado Carmelo Alberola Costa, por el propio Carlos Esplá, con quien compartía, además de su mismo origen, vínculos personales, familiares e ideológicos.
La importancia de la documentación adquirida ahora por Cultura radica en que completa el fondo de Esplá con nuevos manuscritos, además de contener correspondencia con Diego Martínez Barrio, José Giral, Manuel Portela Valladares, Amós Salvador o el propio Carmelo Alberola.
De igual manera, resultan de gran interés para el conocimiento del exilio mexicano, con informaciones importantes sobre las actividades de los republicanos españoles, completando los testimonios documentales de los legados de otros republicanos recuperados recientemente, como ocurre con los archivos de Ramón López Barrantes y de José de Benito Mampel, custodiados ya en el Centro Documental de la Memoria Histórica, o el del citado José Giral Pereira, cuyo archivo ha sido depositado por sus herederos en comodato en el Archivo Histórico Nacional.