Además de su interés literario-artístico, que aún evoca la memoria de una cultura tradicional rural basada en los valores de la clase y el honor, el Cortijo del Fraile constituye también un ejemplo excepcional de la arquitectura rural agroganadera del sudeste de Almería, de tipología levantina. Aunque Bodas de Sangre, estrenada en 1933, incorporó nuevos personajes y escenarios, el lugar forma parte del itinerario simbólico de lugares dedicados a la memoria de Lorca.

El Cortijo del Fraile fue construido por los frailes dominicos de Almería en el siglo XVIII como centro de una importante explotación agrícola con olivos y vides. Durante la Desamortización de Mendizábal en 1836, la finca se dividió y pasó a manos de varios propietarios que, finalmente, la vendieron a una familia de la burguesía almeriense que construyó la ermita y la utilizó como panteón familiar hasta la pasada década de los 80.

Hito paisajístico

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El conjunto edificado presenta una planta trapezoidal de grandes dimensiones, con espacios que se organizan en torno a un amplio patio-corral central y en los que la vivienda de los propietarios y la ermita se distinguen claramente de las casas de los aparceros y del pastor, cercanas a las estancias agroganaderas.

El cortijo está construido con muros de mampostería recubiertos de estucos de yeso y con techos de tablazón y argamasa de barro o alfarjes con teja curva. La capilla oratorio, que sobresale especialmente por su volumen, presenta planta rectangular, bóveda de cañón y cubierta a dos aguas, además de una pequeña torre campanario.

Situado dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, el enclave ahora protegido como Bien de Interés Cultural es además un hito paisajístico singular que ofrece el contraste de sus arboledas, aljibes y pozos en un entorno árido y de escasa vegetación. El decreto de declaración como Sitio Histórico lo delimita con una superficie de 15.576 metros cuadrados en la que se incluyen los edificios del cortijo y sus infraestructuras de abastecimiento de agua (aljibes y pozos), así como tres eras empedradas y con forma circular o elíptica. La norma establece también un entorno adicional de protección de 212.416 metros cuadrados en torno al cortijo.