Kaokoland es la región de Namibia que delimita al norte con Angola, al este con las tierras altas de Owambo y Etosha, al oeste con la Costa de los Esqueletos y al sur con Damaraland. Tiene una extensión de 50.000 kilómetros cuadrados, llanuras áridas, suaves colinas con inesperados brotes de agua, valles profundos quemados por el sol y el polvo del desierto.
Foto 2: El Kaokoland. LEICA M6, 90mm summicron.
Esta tierra, ruda y abrasada, está habitada por el pueblo himba, de mirada altiva, orgullosos de su forma de vida dedicada al pastoreo, seminómadas, de cuerpos fibrosos doblegados únicamente por las hambrunas y las guerras.
Foto 3: LEICA M6, 90mm summicron.
Se calcula que hay unos 15.000 himbas, que en invierno se concentran entorno al río Kunene, en la estación seca. Su alimentación, cultura y economía se basan en el ganado; son pastores y criadores expertos.
Cubren su piel de una pasta ocre, conseguida a base de machacar unas plantas y mezclarlas con mantequilla de la leche de sus vacas; se visten con las pieles de su ganado.
Los hombres son los encargados de pastorear, mientras las mujeres están al cuidado de los niños y de pequeños huertos estacionales. El pueblo himba está relacionado a un sistema de clanes: el matriarcal, eanda, y el patriarcal, oruzo; cada uno de ellos se hereda, y de esta forma los bienes materiales y el ganado son herencia de la madre y la casa y las creencias religiosas del padre. El okorumo es el fuego sagrado, nadie puede pasar entre éste y la cabaña del jefe del poblado y se reza junto a él al dios creador pidiendo a los espíritus de los antepasados.
Foto 4: LEICA M6, 50mm summicron.
Junto al río “Todos los himbas nacimos junto al río. (Jefe Hikuminue Kapika)
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