Inspirada en la hija de nueve años del propietario de un restaurante cercano al domicilio de Plensa, este rostro dormido representa a la ninfa de la montaña, Eco, personaje de la mitología griega que amaba su propia voz y que, por castigo de la diosa Hera, fue inhabilitada para transmitir sus pensamientos, condenada para siempre a repetir la última palabra de los demás.

La cabeza en espejo

“Si en el mito de la ninfa Eco fue obligada por la diosa de repetir las palabras pronunciadas por otros, en mi proyecto, la cabeza se convierte en un espejo en donde los espectadores pueden verse a sí mismos”, explicó el propio Plensa.

Con este trabajo el artista se propone introducir tranquilidad y serenidad en el Madison Square Park, y transformar el parque en un lugar para descansar y soñar. “Con Echo, mi objetivo es crear un nuevo lugar íntimo en el corazón de Nueva York, en donde por fin podemos repetir las palabras reales de nuestras almas”, añadió Plensa.

Amplia trayectoria

Jaume Plensa, nacido y afincado en Barcelona, es uno de los artistas contemporáneos más reconocidos a nivel internacional. Su obra escultórica ha pasado por varias etapas desarrolladas en diversos materiales. En 1986 comenzó una serie de esculturas de hierro fundido a las que más tarde incorpora la luz y el relieve de texto escrito. Recientemente, sus materiales de fusión han sido la resina sintética, el vidrio, el alabastro, el plástico, la luz, la imagen y el sonido. También tiene una gran producción de obras sobre papel y grabados.

Entre sus instalaciones de arte público más reconocidas se encuentra la Crown Fountain del Millenium Park de Chicago (2004). Además, en 2009 fue el primer artista vivo en disfrutar de una exposición individual en el Nasher Sculpture Center de Dallas, uno de los principales museos de Estados Unidos. Más recientemente, en abril, ha protagonizado una muestra individual en el Yorkshire Sculpture Park de Inglaterra.

A lo largo de su carrera ha sido galardonado por instituciones nacionales e internacionales: Medaille des Chevaliers des Arts et Letras (1993), concedida por el Ministerio de Cultura francés; Premio de la Fondation Atelier Calder (1996); y el Premio Nacional d’Arts Plàstiques (1997) de la Generalitat de Cataluña. En 2002 fue investido Doctor Honoris Causa por la School of the Art Institute de Chicago.

Nueva York. Echo. Madison Square Park.

Hasta mediados de agosto.