La Calle Mayor de Triana, con su conjunto inmobiliario, dialoga con algunas de las obras más importantes del siglo XX escultórico español. La obra El pensador (2001-2002), realizada en bronce y 4,15 metros de alto, pertenece a la colección de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y se encuentra habitualmente ubicada en el Campus de Tafira, aparte de que ha servido de inspiración para el logosímbolo de la universidad grancanaria. La escultura Raíz (1965-1966), hecha sobre una plancha de hierro soldado de 1,40 metros de alto, pertenece a la colección de Infecar, y se expone en su sede de Las Palmas de Gran Canaria. Mediterránea (1968-1969), realizada en chapa de acero soldado de 1,14 metros de alto pertenece a la colección de la compañía de aguas Elmasa, y la muestra en su sede de Maspalomas. Por último, la Espiral del viento III (2003), realizada en bronce y de nueve metros de alto, se expone en la carretera de Tafira.
Vida y obra de una grancanario universal Nacido en la célebre playa de Las Canteras (Las Palmas de Gran Canaria) el 1 de marzo de 1925, Martín Chirino es el undécimo de doce hermanos. Hijo del jefe de talleres de los astilleros Blandy Brother en el Puerto de la Luz, esta circunstancia, –el lugar del trabajo paterno–, posibilitó el primer contacto del escultor con el metal. Con apenas 15 años se producen sus primeras tentativas escultóricas, impulsadas por su amistad con el pintor, canario también, Manolo Millares. Juntos realizan un nacimiento que obtiene un premio local en la Navidad de 1943. Un año más tarde participa en una exposición de artesanía colectiva. Su primer maestro fue el escultor Manuel Ramos, que había sido discípulo de Capuz y Benlliure. Por decisión de su padre, que hacía compatible su trabajo en los astilleros con un negocio particular como armador naviero, trabajó muy joven, con menos de 20 años y durante dos, en el aprovisionamiento y mantenimiento de buques destinados a Africa. Aquellos viajes a Marruecos, Senegal, Mauritania y Guinea Ecuatorial son el origen de su pasión por aquel continente, presente en al menos dos de sus ciclos escultóricos, el de las Reinas negras a mediados de los 50 y, posteriormente, el del Afrocán. En 1948 marcha a Madrid en donde se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras. Abandonará estos estudios para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en donde coincide con Antonio López y Lucio Muñoz. Compagina estos estudios con el aprendizaje del oficio en talleres de herrería. Trabaja esporádicamente en una de Cuenca en la que el dueño le deja manejar el hierro a cambio de que le ayude a la hora de herrar los caballos. Son tiempos duros en los que se gana la vida dando clases de inglés y “sobreviviendo a base de bocadillos de calamares y sesiones continuas de cine en dónde veíamos cosas nuevas y estábamos calientes”. Tras concluir su formación en España y en la School of Fine Arts de Londres, obtiene el título de profesor de Bellas Artes. Viajará posteriormente por Francia, Italia e Inglaterra y, de regreso a Las Palmas, en 1953, comenzó a trabajar en el campo de la abstracción con las Reinas negras, figuras estilizadas, inspiradas en el arte africano y el surrealismo, con una mezcla entre arte primitivo y vanguardia que estará presente en muchas de sus obras. Regresa a Madrid con Manolo Millares, con el que funda un grupo de revisión de lo autóctono canario, e inicia una serie de obras dentro de la denominada «poética del informalismo», con una búsqueda de la fuerza expresiva en los materiales. En 1958 realiza su primera exposición individual en el Ateneo de Madrid y entra a formar parte, con el objetivo de vitalizar el arte moderno en España, del grupo El Paso, junto con Saura, Canogar, Feito, Millares, Ayllon, Juana Francés, Serrano, Suárez y Rivera. En 1959 participa en la muestra New Spanish Painting and Sculpture, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Arranca ahí una proyección internacional que llega a nuestros días. En 1961 inicia los Inquisidores, esculturas compuestas por barras de hierro que se retuercen hasta formar rostros humanos e instrumentos de tortura. Desde 1967 visita periódicamente EE.UU., donde acomete diversos proyectos monumentales. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha sido presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid entre 1982 y 1992 e inspirador del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) de su ciudad natal. Atesora numerosos premios, entre los que figuran el Internacional de Escultura de la Bienal de Budapest, el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio Canarias de Artes Plásticas, la Medalla de Oro a las Bellas Artes, el Premio Nacional de Escultura de la CEOE y la Medalla de Honor del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Expone regularmente en Europa, América y Asia. Su obra está presente en los museos y colecciones más importantes del mundo. |