La moción, que contó con el voto favorable de todos los grupos parlamentarios y la abstención del Grupo Popular, insta al Gobierno a la adopción de medidas para fomentar la diversidad cultural y garantizar el derecho de los ciudadanos a acceder a los contenidos cinematográficos y audiovisuales en versión original.

En primer lugar, la propuesta pide al Ejecutivo fomentar, al mismo tiempo, la diversidad cultural, la difusión de las lenguas oficiales en las comunidades autónomas, y a tutelar y garantizar el derecho que tienen todos los ciudadanos a acceder a los contenidos audiovisuales en el idioma que prefieran.

En la lengua original

En este sentido, se solicita al Gobierno impulsar medidas para ampliar y desarrollar la oferta de contenidos cinematográficos y audiovisuales en versión original mediante copias subtituladas en las lenguas oficiales, tanto en la exhibición cinematográfica como televisiva, con el fin de conseguir una oferta de contenidos audiovisuales plural, respetuosa con la diversidad cultural y que garantice el derecho de los ciudadanos a acceder a los bienes culturales en su idioma original.

Por último, la moción pide que se adopten medidas para que, en la oferta televisiva, la versión por defecto sea la original y para que ponga en marcha desde los Ministerios de Cultura y de Educación, de acuerdo con las comunidades autónomas, políticas y acciones encaminadas a desarrollar la presencia de los contenidos cinematográficos y audiovisuales en versión original en el ámbito educativo como medida para mejorar el aprendizaje de idiomas, incluidas las lenguas oficiales en las comunidades autónomas.

España e Italia

España es junto a Italia el país de la UE donde el doblaje goza de más arraigo. «La aparición del doblaje se remonta a los años cuarenta del siglo pasado, y tiene tales niveles de arraigo que el acceso a la versión original es poco menos que residual», ha lamentado el senador socialista Jorge Juan Conde, quien ha apuntado que los índices de espectadores de versión original son excepcionalmente bajos, en 2010, en torno al 3% de las salas con regularidad y un 3,31% de los espectadores.

En esta línea, ha defendido que «la obra original subtitulada tiene un valor cultural intrínseco y facilita aprehender sus valores sin intermediarios», al tiempo que «acerca mejor la realidad que supone la diversidad cultural, corrigiendo la falsa homogeneidad». Además, ha añadido que los países donde predomina la versión original suelen «tener mejores resultados educativos en idiomas y en compresión lectora».