Carrière, condecorado por su «extraordinaria labor como dramaturgo, novelista y guionista, desarrollada en gran parte como colaborador de Luis Buñuel», ha colaborado también en proyectos de temática española con otros directores españoles como Luis García Berlanga y con directores extranjeros como Milos Forman. Estas circunstancias prueban, según Cultura, su «pasión por la identidad y cultura españolas, convirtiéndole en excepcional embajador de ellas en el mundo».

Surrealismo francés

Nacido el 17 de septiembre de 1931 (Colombières-sur-Orb, Francia), Jean-Claude Carrière es uno de los máximos exponentes del surrealismo francés. Se graduó en literatura e historia y publicó su primera novela con 24 años. Su colaboración con Luis Buñuel como guionista se inició con la película Diario de una camarera (1964) y siguió en varias películas posteriores, incluyendo Belle de Jour (1967), El discreto encanto de la burguesía (1972), El fantasma de la libertad (1974), Ese oscuro objeto del deseo (1977) y La vía láctea (1969). Ha colaborado también con otros directores españoles como Luis García Berlanga (Tamaño natural).

Ha sido autor de los guiones de El tambor de hojalata (1979), El regreso de Martin Guerre (1982), La insoportable levedad del ser (1988), Valmont (1989), Cyrano de Bergerac (1990), El húsar en el tejado (1995) o Los fantasmas de Goya (2006), entre otras.

Costa-Gavras

Costa-GavrasEn cuanto a Costa-Gavras, se le condecora en reconocimiento a su «extraordinaria y amplia carrera como director y guionista cinematográfico, cuya obra preside siempre un hondo compromiso moral con el ser humano, contemplado en su dimensión social. En sus películas trata los totalitarismos y las injusticias sociales. Por todo ello, Costa-Gavras ha supuesto un referente que trasciende el ámbito cinematográfico para toda una generación de españoles defensores de la libertad política y la convivencia pacífica».

Konstantinos Gavras nació en Grecia en 1933 y se nacionalizó francés en 1956. Viajó a Francia para estudiar Filología en la Sorbona, pero poco después ingresó en el Instituto de Altos Estudios Cinematográficos. Tras diez años como ayudante de dirección, debutó como director con Los raíles del crimen.

Sus películas se han convertido en símbolos universales contra la intolerancia, la represión y la falta de libertades. Tal es el caso de Z (coescrita con Jorge Semprún), La confesión (1970), Estado de sitio (1972) o Sección especial (1974). Fue galardonado con un Oscar al mejor guión y con la Palma de Oro  en Cannes por Desaparecido (1982).

Tras un fugaz paso como presidente de la Cinemateca Francesa a comienzos de los ochenta, en 1993 pretendió ajustar cuentas con toda una generación en Le Petite Apocalypse, una dura sátira en torno a los revolucionarios de Mayo de 1968.