Koons ha realizado 10 huevos en un período de 14 años. Cada uno de ellos ha entrado a formar parte de importantes colecciones privadas, como la de François Pinault o Damien Hirst y ninguno de ellos pertenece a un museo.

Famoso por sus enormes obras, como sus conejos gigantes o sus cerdos religiosos con los que ha alcanzado recientemente la lista de artistas mejor pagados, Koons es un maestro en aumentar objetos cotidianos hasta enormes proporciones. En sus creaciones aúna la baja y alta cultura en objetos que son atractivos pero a la vez con un toque “kitsch”. Su estudio de Nueva York, en el que trabajan más de 80 personas, recuerda (al igual que su trabajo) al de Andy Warhol y su fábrica de los años sesenta.

Serie Celebración

Los diez huevos gigantes de Jeff Koons pertenecen a sus famosa serie Celebración, que comenzó en el año 1994. Cinco de ellos tienen una superficie lisa, de ahí que reciban el nombre de ‘huevos lisos’. Los otros cinco han recibido el nombre de ‘huevos barrocos’ y parece que hubieran sido envueltos en papel de aluminio arrugado.

El recubrimiento de los huevos ha sido aplicado capa a capa y a mano con la finalidad de conseguir un efecto lo más brillante posible. Esta técnica procede de la industria automovilística y varias personas han trabajado en cada huevo durante un año entero.

Otras esculturas muy conocidas de esta serie son Perro globo, Corazón colgante y Diamantes, que han sido expuestos con anterioridad en lugares como Versalles (París), la Nueva Galería Nacional de Berlín o el tejado del Metropolitan de Nueva York.