La designación de Olmo, que sustituye a Antonio Najarro, se ha realizado tras un proceso de selección que ha atendido a los principios de igualdad, mérito y capacidad, y tras someterse todos los proyectos presentados a la valoración del Consejo Artístico de la Danza.
Su proyecto se sustenta en dos líneas de actuación: mantener y difundir la tradición dancística española a través de la infraestructura y el perfil artístico propio del BNE y abrir la compañía a las vanguardias.
Rubén Olmo destaca en su plan de dirección garantizar la continuidad de la calidad artística de la compañía; preservar y difundir el rico patrimonio coreográfico de la danza española recogiendo su pluralidad de estilos e incorporando piezas de maestros que la compañía todavía no tiene en su repertorio.
Al mismo tiempo propone la consolidación de una nueva línea de creación abierta a las vanguardias. Aspira a contar con los creadores actuales más destacados y constituir una plataforma para el desarrollo artístico de las nuevas tendencias dentro del flamenco y la búsqueda de nuevas expresiones de la danza española, sin perder su esencia.
Olmo señala también como objetivos estratégicos incrementar la presencia de la compañía en los teatros y las programaciones de danza nacionales e internacionales, con formatos artísticos que permitan una mayor movilidad, así como el impulso a la creación coreográfica.
Premio Nacional de Danza 2015
Licenciado en Danza Española y Clásica por el Conservatorio de Sevilla, Rubén Olmo es actualmente coreógrafo, director e intérprete de referencia en la danza española. Como bailarín tiene una amplia trayectoria, cultivada en importantes agrupaciones de esta disciplina de nuestro país.
Figuran en sus inicios, el primer Taller Coreográfico de la Compañía Andaluza de Danza, dirigida entonces por María Pagés, y donde ingresó Olmo con 14 años, y la compañía de Javier Barón, donde un jovencísimo bailarín de 16 años debutaba en el espectáculo El pájaro negro, con Belén Maya como bailaora principal.
Con el espectáculo Estamos solos entra a formar parte de la Compañía de Danza Española de Aída Gómez como bailarín solista. En 1998 participa en la producción del Teatro de la Zarzuela El barberillo de Lavapiés, con coreografía de Ramón Oller.
En marzo de 1998 ingresa en el Ballet Nacional de España. En abril del 2002 deja el BNE y pasa a formar parte de la Compañía de Eva Yerbabuena. En el BNE destacó pronto y poco tiempo después de su llegada ya interpretaba destacados roles. Algunos de ellos fueron el de bailarín principal en el trabajo Luz del alma, con coreografía de Javier Latorre, y Calisto en La Celestina.
Un año después se convertiría en solista de esta agrupación. En 2003 presenta la coreografía Érase una vez que era, en el Certamen de Danza Española y Flamenco de Madrid, en el que es galardonado con el tercer premio y el premio del público. Tras formar parte de la Compañía Metros, dirigida por Ramón Oller y la compañía de Rafael Amargo, y colaborar con Antonio Najarro en Jazzing flamenco (2008), en 2010, con su propia compañía, estrena Tranquilo alboroto y recibe el Premio Giraldillo de Oro al mejor coreógrafo en la XVI Bienal de Flamenco de Sevilla.
Como director artístico del Ballet Flamenco de Andalucía (2011- 2013) crea Llanto por Ignacio Sánchez Mejías y Metáfora, en esta etapa obtuvo cuatro Premios Max de las Artes Escénicas. Ha colaborado en el montaje de El Amor Brujo con el Ballet Víctor Ullate-Comunidad de Madrid. Destaca igualmente su participación en la producción del Teatro Real de El Público de Mauricio Sotelo.
El bailaor y coreógrafo sevillano es Premio Nacional de Danza 2015, en la modalidad de Interpretación, y en 2019 ha recibido el Premio de la Crítica del XXIII Festival de Jerez por su espectáculo Horas contigo.
El BNE es en la actualidad el mayor exponente de la danza española, mostrando todos los estilos del baile de nuestro país en los más destacados teatros del mundo a través de muy distintos espectáculos que abarcan tradición y vanguardia, la escuela bolera, la danza clásico española, el folclore y el flamenco.