Feijóo ha destacado el apoyo a la creación que se realiza desde el centro, con por un lado la producción de nueve proyectos en estos meses (21 en toda la temporada) y, por otro, la organización del segundo encuentro internacional de programadores, que permitirá presentar estas producciones a festivales, instituciones y distribuidores nacionales e internacionales. Además se realizarán encuentros y presentaciones en torno a nuevas formas de producción y redes de movilidad. En total visitarán Naves Matadero una veintena de programadores de 12 países.

Gatillo de la Felicidad.

La programación de marzo a julio sigue la misma línea iniciada al principio de la temporada, en la que la que se refuerza el trabajo comunitario y la mezcla de creadores con población local, como en el trabajo de Ana Borralho y João Galante Gatillo de la Felicidad, con el que se inicia este semestre (8-10 marzo). Los creadores portugueses ponen en escena un retrato de la juventud española en boca de sus propios protagonistas, 12 jóvenes actores no profesionales que, tras un taller previo, desgranarán sus preocupaciones y anhelos.

Las creaciones que se presentan estos meses apuestan también por el trabajo escénico con elementos que habitualmente se vinculan a las artes visuales. Sobre el escenario, estas herramientas cobran nuevas dimensiones y aportan una reflexión sobre la relación que establecen con la creación dramatúrgica. Un claro ejemplo de esta forma de trabajar es el de las españolas Itiziar Barrio y María Jerez, la surafricana Robyn Orlin, el canadiense Stéphane Gladyszewski o los músicos del festival FAN Naves de música asiática avanzada.

El tema de la identidad está también muy presente en la programación de estos meses. “La vinculación del individuo en la sociedad y la articulación de las diferencias de cada uno en el corpus social es un tema que los artistas tratan desde distintas perspectivas, como es el caso de la coreógrafa surafricana Robyn Orlin o la intérprete brasileña Liniker”, explica el director.

Producciones propias

El apoyo a la creación es uno de los grandes ejes de la programación y en estos meses verán la luz nueve proyectos ideados y producidos en Naves Matadero. En todos ellos la conexión con la ciudadanía, la atención a los colectivos más olvidados, la relación con las artes visuales o las cuestiones de identidad son abordados desde distintas perspectivas.

Es el caso de la intervención plástica que el artista Jesús Placencia está realizando en el mural del vestíbulo de la Nave 10 con la colaboración de numerosos colectivos e individuos a través de distintas sesiones de trabajo. O el de Gatillo de la felicidad, de Ana Borralho y João Galante.

María Siebald.

El colectivo cordobés Vértebro presentará su Díptico por la identidad, cuya segunda parte ha sido creada en residencia en Naves Matadero y que cuenta con la colaboración de Brigitte Vasallo.

Por su parte, la artista multimedia Itziar Barrio planteará el rodaje de una película en directo con distintos colaboradores, como el ingeniero en robótica Javier F. Gorostiza, ROBOTA MML. Y Circo Interior Bruto, que cumple 20 años, propondrá una pieza escénica basada en la lectura crítica de Así habló Zaratustra de Nietzsche.

La complicidad de la población local es clave en las creaciones del poeta y ensayista italiano Gian Maria Annovi en su propuesta instalativa Self-seas: retratos del mar. O en el caso del artista Miguel Bonneville, que realizará performances para un solo espectador cada vez.

En esta parte de la temporada serán dos las artistas que estrenen sus trabajos creados en el marco del programa Terreno Común, iniciativa de la Fundación Siemens Stiftung en coproducción con Naves Matadero, que busca el acercamiento entre los artistas españoles y latinoamericanos.

Por un lado, la chilena María Siebald, que genera piezas coreográficas que integran danza y lenguaje de signos, ha traducido para la comunidad sorda poemas de las ganadoras del Premio Nacional de Poesía Joven Ángela Segovia, Berta García Faet y Laura Casiello y la premio internacional de poesía Juan Ramón Jiménez Luz Pichel, entre otros, así como los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y por otro, la española María Jerez ha desarrollado The Stain en colaboración con artistas chilenos.

Escena internacional

Robyn Orlin.

La escena internacional cobra cuerpo de la mano de la coreógrafa surafricana Robyn Orlin. Conocida por la constante irritación que provocan sus obras, presenta la obra escénica And so you see… con la impactante interpretación de Albert Khoza.

Además, Naves Matadero acogerá la instalación audiovisual Babysitting series y la conferencia performática Una hora con Robyn Orlin, ambas de la coreógrafa surafricana.

También estrenará VA Wölf, figura de la danza alemana, en la vanguardia del arte desde los años 80. Su espectáculo von mit nach t: No2 es una experiencia estética única en la que los intérpretes forman sugerentes cuadros vivientes.

Corps Noir, del artista Stéphane Gladyszewski, es otro de los estrenos internacionales. Un retrato coreografiado que incluye proyecciones de “vídeo térmico” y con el que el artista explora el subconsciente, los temas de la identidad y la construcción de la virilidad.

Además se presentará el trabajo inédito en España del artista taiwanés Chen Chieh-jen A Field of Non-Field, una videoinstalación que pone en evidencia, a través de la relación entre imagen y poder, los dispositivos de control, violencia, sometimiento y alienación de los gobiernos.

Y para finalizar la programación de la temporada se presentarán, en coproducción con Veranos de la Villa, a Hiroaki Umeda, coreógrafo y artista multidisciplinar, reconocido como una de las figuras más relevantes de la vanguardia escénica japonesa, y La Nuit des Taupes [La noche de los topos], una creación del francés Philippe Quesne y su compañía Nanterre Amandiers.

Durante estos meses continuará también el proyecto de Les Matarifes (Ángel Málaga y Giulia Bonnat) sobre las expectativas en torno a la creación contemporánea.

Más música

Liniker.

Las propuestas musicales exploran dos vertientes diferentes. Por un lado, FAN Naves, festival de música asiática avanzada, reunirá a una decena de artistas de origen chino, tailandés, coreano, japonés, etc. que presentarán una forma de creación musical en la que la experimentación y la tecnología tienen un papel fundamental.

Desde la conocida DJ japonesa Hito, el músico tailandés Koichi Shimizu, que trabaja con el cineasta Apichatpong, hasta los coreanos Tacit Group, que improvisan sus actuaciones a partir de códigos matemáticos y la interacción del público, FAN Naves ofrecerá tres días de acercamiento a la música asiática más contemporánea.

Por otro lado, los artistas brasileños Filipe Catto y Liniker e os Caramelows presentan un frente de resistencia de la identidad de género en un país que cada vez pone más trabas a los derechos de las personas LGTBI. Catto, andrógino en su estética y su voz, inspirado por Janis Joplin, P.J. Harvey o Maria Bethânia, presentará su último disco O nascimento de vênus. Por su parte, Liniker, intérprete trans, embajadora de Igualdad por la ONU con marcada herencia tropical, consigue traducir la música negra y el soul a un lenguaje brasileño contemporáneo.

Género e identidad serán la base de las funciones de cabaret que se desarrollarán en el Café Naves Matadero. Un espectáculo orquestado por la artista Marta Izquierdo que se configura a través de la performance de género, la mascarada, el punk y la tecnología biopolítica con la colaboración de artistas como la alemana Bridge Markland o el colectivo [la dalia negra].