Daniel Diges (Madrid, 1981), a pesar de su juventud, es un veterano en esto de los musicales. Después de iniciarse precisamente con Hoy no me puedo levantar, ha ido engrosando una larga lista de trabajos con papeles en We Will Rock you, High School Musical, Mamma Mía!, La Bella y la Bestia y Los Miserables.
Para él, volver a Hoy no me puedo levantar es como si se cerrara un círculo. «Empecé aquí y la vida me ha dado otros trabajos, otras cosas, para llegar aquí otra vez. Siento que es por algo y estoy muy ilusionado. Además ser protagonista en una historia tan bonita como la que ha escrito David Serrano…. Realmente es bonita de principio a fin», confesaba el actor en la presentación del espectáculo.
Vuelta al lugar de partida
Sí se siente un poco más maduro que hace cuatro años. Siente que ha aprendido mucho de otros espectáculos y con otros músicos, y para él «es un lujazo» volver a sumergirse en esta aventura.
El otro Mario [su personaje en el musical], el de antes, era mucho más infantil, más tontorrón, y todo lo hacía porque era lo primero que se le pasaba por la cabeza sin saber realmente por qué. «Sabía que me gustaba cantar y me gustaba bailar, pero poco más. Aquí está todo más medido. Personalmente me ha costado llegar a esa emoción tan grande que tiene el personaje, pero creo que lo he conseguido y estoy muy orgulloso de lo que creo que va a pasar en el escenario».
En esencia, el montaje es igual al de hace ocho años, pero en apariencia cambia todo. «La experiencia es nueva, y luego están las pantallas LED, la música que suena con mayor calidad… Quien venga a ver el musical ahora va a seguir riéndose y llorando igual que antes, pero con todo más medido y con mayor calidad».
En efecto, una pantalla gigante LED de última generación, de 200 metros cuadrados, será uno de los platos fuertes del espectáculo, que se completará con un enorme mapeado de vídeo, más de 100 focos móviles, 100 unidades de un nuevo sistema de reproducción de luz y 300 canales de variación de luz y vídeo, por citar algunos componentes técnicos.
Precisamente, según David Ottone, para el renovado Hoy no me puedo levantar se ha buscado respetar el espíritu, la música y la historia original y, desde ahí, crear un nuevo mundo, una nueva forma de contarlo. Así, la nueva producción rescata los aciertos el montaje anterior y los fusiona con una nueva lectura, más dinámica y más emocionante visualmente.
Una gran historia
«Este musical mezcla la magia del guión y la de la música, y al final es «como un volcán en erupción», afirma Diges. «Ya en los primeros ensayos estábamos todos llorando. Es muy emotivo y la verdad es que termino cada función totalmente destrozado de hacer de Mario. Hecho polvo».
«Es una historia universal, aunque los 80 fueron muy especiales. Hoy creo que se dan más cambios tecnológicos a diferencia de lo que hubo entonces, que fueron de otro tipo, más emocionales. Vivirlos gracias a un personaje es un subidón. También investigar a todos esos grupos musicales que existieron, que rompieron o que cayeron en las drogas. Hoy los sueños siguen, pero es cierto que hay épocas en los que se pueden alcanzar más fácilmente. Hoy, independientemente de los años que tengas, hay que vivir con mucha ilusión y visualizar muy bien aquello que quieres. Por mi experiencia dentro del mundo de la música, creo que ahora hay que luchar mucho más».
Diges comparte escenario con amigos como Adrián Lastra y Canco Rodríguez. Entre ellos hay una relación especial. «En realidad hay química entre todos porque el musical tiene un elenco maravilloso. Creo que es el elenco con mejor química de todas las producciones en las que he estado». Para él su punto fuerte es «el todo, el completo». «Cuando nació esta tecnología no existía y creo que contar esta historia con ella ahora es la bomba, un cólctel molotov», finaliza.