Recogiendo en su introducción aquella frase de Georg Büchner que sostiene que «todo ser humano es una abismo y da vértigo asomarse a él», la obra nos acerca a Alan, un chico de 17 años que ingresa en un hospital psiquiátrico por haber cegado a seis caballos en unas caballerizas. El psiquiatra encargado de su tratamiento, Martin, irá revelando las circunstancias sociales, familiares, religiosas y sexuales que han conducido al chico a cometer tal atrocidad.
A lo largo del texto, Shaffer provoca al público, planteando qué es lo que la sociedad contemporánea considera normal y las restricciones que esa misma sociedad está dispuesta a ejercer para mantener a toda costa esa normalidad. Cuestionando, en definitiva, nuestra manera de aceptar e integrar las individualidades en el engranaje social.
Escrito por Peter Shaffer en 1973 y estrenado en Londres ese mismo año, este drama alcanzó una repercusión mundial inmediata. Cuando se pudo ver en España en 1975 supuso una auténtica convulsión en la cartelera madrileña por la originalidad de su puesta en escena, por el desafío que la obra lanzaba al espectador y porque era la primera vez en nuestro país que se veía un desnudo integral en un escenario.
Nuestro lado oscuro
Como recuerda su director, Carlos Martínez-Abarca, desde entonces ninguna compañía profesional había vuelto a ponerla en pie en nuestro país. «La vigencia del mensaje de la obra y la originalidad de su planteamiento hacía necesario su reestreno de acuerdo a los condicionantes de nuestra época», afirma.
La obra apela a nuestro lado oscuro e invita a preguntarnos sobre las áreas de nuestra personalidad más inquietantes: ¿dónde quedan nuestras pulsiones de agresividad, sexualidad y trascendencia? ¿es lícito reprimirlas o eliminarlas en aras de la normalidad?
«Equus formula esas preguntas en forma de latigazo escénico pleno de sexualidad y violencia latentes, que al fin explotarán a la vista del espectador. Nuestro montaje supone la inmersión espacial del público en un proceso de investigación clínica de la violencia ejercida por un menor contra unos caballos».
Madrid Help Horses
Como señalan los responsables de la nueva versión, «durante la producción de Equus nos pusimos en contacto con Madrid Help Horses [1] para conocer el comportamiento de los caballos, y así representarlo en el teatro con la mayor veracidad posible. Aquella visita nos cambió a todos».
Madrid Help Horses es una entidad sin ánimo de lucro ubicada en la Sierra del Guadarrama que trabaja ayudando a caballos abandonados y maltratados. «Su gran trabajo con estos animales nos ha impresionado tanto que enseguida buscamos la manera de colaborar con ellos, y aportar nuestro granito de arena. La obra es especialmente violenta con estos animales, ayudarles era un paso lógico cuando gracias a ellos hemos sido capaces de aprender a amarlos».
Arte&Desmayo ha apostado por realizar, en paralelo a la producción teatral, un documental donde se muestra todo el trabajo que hay detrás del resultado final de una obra de teatro como ésta. «Ha habido ensayos maravillosos, improvisaciones increíbles, nos han enseñado a amar a los caballos, a entenderles…un trabajo necesario para entender la obra. Y todo esto se hubiera perdido si no se hubiera grabado…el cine nos da la oportunidad de mostrar qué hay detrás del escenario, y mucho más allá, que hay detrás, entre bambalinas, visto desde el punto de vista de un director de teatro y unos actores que cada día lo dan todo por la historia», concluye su director.
También se ha abierto una campaña de micromecenazgo cuyas contraprestaciones van desde una Fila 0 en beneficio de Madrid Help Horses a entradas para Equus o una sesión profesional de hipnosis.