El Patito Editorial acaba de publicar un libro-objeto que recopila los carteles que el diseñador Fausto Isorna hizo para la compañía de Roberto Vidal Bolaño, el dramaturgo al que está dedicado este año el Día das Letras Galegas [1].
La obra atestigua la estrecha relación que mantuvieron Fausto Isorna [2] y Roberto Vidal Bolaño [3], el dramaturgo compostelano fallecido prematuramente en el año 2002. Su obra manifestó un acusado compromiso con Galicia y su lengua, al tiempo que apostaba por vías de experimentación estética que no excluían el diálogo con la tradición, tanto culta como popular.
Los carteles que Fausto Isorna realizó para Teatro do Aquí, la compañía fundada y dirigida por Vidal Bolaño, expresan la sintonía del diseñador con los pilares de la dramaturgia del escritor al que este año están dedicado el Día das Letras Galegas.
Memoria gráfica
Mientras continúa la gira del montaje que el Centro Dramático Galego ha preparado de la obra Días sen gloria [4] de Vidal Bolaño, Fausto Isorna recuerda cuál fue su relación con el escritor.
– ¿Qué encontrará el lector en este libro?
Es una antología de la colección de los carteles que dediqué a la figura de Vidal Bolaño. He seleccionado algunos de los carteles que hice para su compañía, Teatro do Aquí, tanto en vida de Roberto como tras su muerte. La obra también incluye varias versiones de As Actas Escuras, hechas para el Centro Dramático Galego [6], además de bocetos inéditos. No está todo lo que hicimos juntos, puesto que fueron muchos años de colaboración. La intención era rendir un homenaje personal a Roberto coincidiendo con el Día das Letras Galegas.
– ¿Durante cuántos años hiciste carteles para su compañía?
Nos conocimos personalmente en el montaje que hizo el Centro Dramático Galego de Salomé, que reunió a Bolaño y los Chévere en un momento histórico. Mi colaboración con él se inició en 1991, año de la fundación de Teatro do Aquí. Tras la muerte de Roberto, continué trabajando con la compañía hasta su disolución en el año 2006. Ahora renace de la mano de Belén Quintán y Rubén Ruibal con el montaje de Criaturas. Para la ocasión he recuperado el cartel que hice en 2009 con ligeras variaciones.
– Su relación con Vidal Bolaño trascendía lo profesional, ¿cuál es el recuerdo que guarda de él?
Bolaño, a pesar del porte adusto que gastaba, era un hombre de risa fácil, con un gran sentido del humor y con mucho corazón. De hecho, cuando falleció, lo retraté con el corazón en la mano, parrafeando el Frankestein del cartel de Criaturas. Recuerdo un final de año en la sala NASA con Roberto, que intentaba convencerme de salir al escenario para hacer un dúo improvisado.
– Fue el creador del célebre logo del sombrero y la nariz de payaso que tantas veces se ha imitado. ¿En qué se inspiró para realizar aquel diseño?
Todo surgió cuando preparábamos la imagen del montaje Sen ir máis lonxe, un monólogo divertidísimo y punzante de Roberto. Él aparecía en escena vestido de calle, con sombrero y todo, y con una nariz roja de payaso. Le hicieron unas fotos para el cartel en la calle do Vilar, en Santiago. Fue viendo aquellas fotos y hablando con él que llegué a la conclusión que aquel no era un personaje, sino él mismo. Lo retraté por medio de esos elementos característicos de él: el sombrero, el cigarrillo y la nariz roja. Le gustó tanto que, a partir de aquel momento, lo convirtió en su logo, en su marca personal. Cuando falleció, su viuda, Belén, quiso que esa imagen fuese esculpida en su lápida. Desde entonces, se convirtió en la estampa más plagiada e imitada para representar a Bolaño.