Koplowitz responde al perfil de las personas a las que se destina la categoría de académico honorario, “de gran reputación artística, intelectual o en el campo del mecenazgo”, habiendo desarrollado una intensa y continuada acción filantrópica en los ámbitos social, médico y cultural. Con la creación de la Fundación que lleva su nombre en 1995 da cobertura a menores con necesidades de integración y, por otra parte, aboga por el estudio científico en los campos de la neurología y la psiquiatría infantil y adolescente.
Su pasión por el arte le ha llevado a formar una colección privada de una calidad excepcional, la cual, a través de un amplio abanico artístico y temporal –desde el siglo XVI hasta el XXI–, muestra una línea estética personal que, de manera casi biográfica, refleja su gusto por la belleza clásica.
Esta colección ha sido mostrada al público en 2017 en dos importantes exposiciones monográficas –Museo Jacquemart-André de París y Museo de Bellas Artes de Bilbao, respectivamente–. Otras manifestaciones de su generosidad se han materializado en la donación de obras de arte a museos, como el Retrato de Josefa del Águila Ceballos de Federico de Madrazo, al Museo del Prado, o Triunfo del Amor sobre la Guerra de Luis Paret, al Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Alicia Koplowitz ha recibido múltiples y variados reconocimientos que respaldan su filantropía, generosidad e implicación social y en el mundo del arte, tales como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, las Medallas de Oro de la Comunidad de Madrid, de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Además es patrona de la Fundación Princesa de Asturias, vocal del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, del Consejo Asesor de Cultura de la Fundación la Caixa, miembro del Consejo Internacional del Teatro Real y miembro de honor del Museo Guggenheim de Bilbao.