En la categoría de trabajos del vidrio ha sido premiada la maestra Anna Santolaria, fundadora del taller Can Pinyonaire (Gerona). Santolaria combinó su formación en el oficio con sus estudios en las universidades de Barcelona y de York, especializándose tanto en la conservación y restauración de vidrieras como en su creación siempre en base a las técnicas tradicionales.
Entre sus obras destacan vidrieras en edificios como la Casa Batlló, la Catedral de Naumburg (Alemania), las catedrales de Lichfield y de York (Reino Unido), la Catedral de Upsala (Suecia) o el Monasterio de Santes Creus, en Tarragona, entre otros.
Piedra en seco
Otro de los galardones ha recaído en el mallorquín Lluc Mir, especialista en la construcción de muros de piedra en seco típicos del archipiélago. Esta técnica, recientemente declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, requiere un gran dominio del oficio para la estabilidad de las construcciones. Hoy en día pocos conocen esta técnica, por lo que Mir cofundó y preside el Gremi de Margers de Mallorca con el fin de proteger y transmitir este conocimiento.
El ecijano Miguel Ángel Balmaseda ha sido premiado en la categoría de trabajos en madera. Como sus antepasados, destaca en la realización de puertas y ventanas, y en particular, de las puertas con orejeras propias de la tradición de Écija. Así se convierte en el último depositario de una técnica que ha dotado de una particular identidad a los edificios de la localidad durante siglos.
El leonés Luis Prieto ganó en la categoría de acabados y otros trabajos de la construcción tradicional. Desde que completara su formación en Alemania, Bélgica y Francia se ha dedicado a la elaboración de estucos y revestimientos artesanales además de a la realización de pinturas decorativas con pigmentos naturales. Hace frente así a la progresiva estandarización de los colores utilizados en las construcciones de todo el mundo.
Entre su infinidad de obras resaltan las realizadas para la Casa del Greco, el Museo Nacional del Romanticismo, el Museo Lázaro Galdiano, el Museo Cerralbo, el Palacio de Justicia de Madrid, el Congreso de los Diputados y el Monasterio de Yuste. Por todo ello, el jurado ha determinado que sea también Prieto el maestro del aprendiz becado con 10.000 euros.
Jurado
El jurado ha estado formado por el marqués de Santa Cruz, Medalla de Oro de las Bellas Artes, representantes de los ministerios de Fomento, de Cultura, INTBAU (International Network for Traditional Building Architecture and Urbanism) y del Premio Rafael Manzano. Los galardones se entregarán el 12 de junio en una ceremonia en el Ministerio de Fomento.
Las obras de los artesanos premiados formarán parte de una exposición que se celebrará en las Arquerías de Nuevos Ministerios entre el 12 de junio y el 29 de julio.
Dentro de las iniciativas que la Fundación Richard H. Driehaus lleva a cabo en España también ha creado y desarrollado la Red Nacional de Artesanos de la Construcción, un directorio en línea con más de 400 profesionales que se ha materializado con la colaboración del IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural de España). Este proyecto ha sido distinguido con el Premio Hispania Nostra a las Buenas Prácticas.
Peligro de extinción
Estas artes tradicionales de la construcción han ido recogiendo durante siglos el saber de innumerables generaciones sobre el uso sostenible de los recursos de un lugar y las reglas esenciales para la creación con ellos de espacios y entornos bellos y confortables.
Son estas artes las que han dado lugar al patrimonio material que hoy admiramos y sin ellas la conservación de este patrimonio a largo plazo estaría condenada al fracaso.
Hoy, sin embargo, están al borde de su extinción y, con ellas, lo está una parte fundamental de nuestra cultura y de nuestro patrimonio. Estos premios buscan contribuir a paliar esa situación, estimulando el reconocimiento a estos maestros y el interés por dar continuidad estos oficios y por promover la excelencia en ellos, destacando sus manifestaciones más bellas y de más cuidada ejecución.