A partir del 29 de noviembre, con la inauguración de la exposición Leonardo da Vinci: los rostros del genio, la Biblioteca abre las puertas a un recorrido que comienza en el impresionante vestíbulo de la planta segunda, la escalinata y la sala del Patronato, donde se encuentran los retratos del pintor Jacinto Meléndez de la familia de Felipe V, primer Rey Borbón, fundador de la Real Biblioteca en 1711.
Además, los visitantes podrán entrar en el salón Italiano y en la Antesala del Salón de Lectura, donde se exhibirán dos de las grandes joyas de la BNE: Los códices Madrid de Leonardo Da Vinci.
La Biblioteca Nacional sigue, de esta forma, la misma política de apertura a la ciudadanía de otras grandes instituciones de la memoria como las bibliotecas nacionales de Francia o Gran Bretaña. “El objetivo –señala su directora, Ana Santos Aramburo– es devolver a la sociedad el inmenso valor que contienen las colecciones de las bibliotecas nacionales como reflejo de la evolución del pensamiento y la creación de los diferentes países y aprovechar el potencial pedagógico de estas instituciones esenciales para favorecer el acercamiento a la cultura”.
Tanto el vestíbulo donde se encuentra la estatua de Marcelino Menéndez Pelayo, primer director de la Biblioteca en su sede actual (1896-1912), como la Antesala acogerán exposiciones temporales una vez finalice la muestra de Leonardo el 19 de mayo.
Apertura a la sociedad
La BNE adoptó hace años una estrategia de apertura creciente a los ciudadanos a través de la digitalización de sus colecciones, una intensa programación cultural, talleres, visitas guiadas, jornadas de puertas abiertas, así como una activa labor a través de las redes sociales. La respuesta de la ciudadanía a estas iniciativas se materializa cada año en los 9.300.000 documentos descargados, los 450.000 seguidores en redes y los más de 300.000 asistentes a sus actividades culturales.