El objetivo principal de la nueva etapa, explicó Soledad Gutiérrez, su nueva directora artística, es consolidar el espacio cultural como centro de creación contemporánea de referencia en la ciudad, y en concreto en el Paseo del Arte. «Prestamos especial atención a las prácticas artísticas y curatoriales a través de la investigación, la experimentación y la reflexión crítica, lo que nos ayuda a conectar con el mundo en que vivimos de un modo imaginativo e innovador».
CentroCentro se construye a partir del contexto artístico local, en red con el nacional e internacional, y en estrecha relación con las personas que habitan y visitan la ciudad. «Las actividades que desarrollamos parten del aprendizaje colectivo y el apoyo a los procesos de trabajo a través de un programa de exposiciones, conciertos, talleres, seminarios, encuentros, grupos de lectura, performances, proyecciones y publicaciones», añadió Gutiérrez.
Manuel Carmena considera que es más que un espacio de arte contemporáneo, «pues también es lugar de actividad, reposo y reflexión marcado por la solidaridad, la participación y la creatividad. Todo ello en un edificio que cumple un siglo y que asume con su actividad que lo cultural es, más allá de lo biológico, la esencia de la vida».
La alcaldesa y la nueva directora han estado acompañadas por las comisarias y artistas con las que comienza la programación. Cinco son las muestras que la estrenan: Vida de O. de Lúa Coderch, un proyecto curatorial de Sonia Fernández Pan; Vida gallega, de Carme Nogueira, comisariada por Tamara Díaz Bringas; Saliva, proyecto de investigación de Ainhoa Hernández y Andrea Rodrigo; Light Out, de Esther Navarro, dentro de la convocatoria EnFoco; y la muestra retrospectiva del ciclo La ciudad en viñetas, encomendada a Ana Galvañ.
Investigación y trabajo
La nueva programación parte de cinco líneas de investigación y trabajo: la porosidad como modo orgánico de circulación de contenidos y apertura de espacios, tratando de explorar y forzar los límites tradicionales tanto de formatos como de disciplinas; la narración como herramienta para generar nuevas lecturas históricas y el cuerpo como sujeto de transmisión; el arte como experiencia, dotando de valor estético a los procesos de trabajo que se abren al público; el cuidado como instrumento fundamental para sostener las redes que sitúan el conocimiento generado; y la tecnología entendida como conocimiento y artesanía.
Las exposiciones continuarán siendo eje fundamental de la propuesta cultural. Por un lado, la Planta 1 acogerá muestras que aporten nuevas miradas a las líneas de investigación, proyectos desarrollados por comisarios externos, con una trayectoria reconocida de investigación, comisariado y/o crítica de arte que todavía no hayan presentado proyectos en grandes instituciones. El primer proyecto se inaugurará el 21 de febrero de 2019: Ganar perdiendo, comisariado por Catalina Lozano, que cuestiona y repiensa el paradigma de progreso característico de la modernidad.
Los espacios expositivos de la Planta 4 van a estar dedicados a los artistas, con muestras monográficas de creadores cuyo trabajo aún no ha tenido gran visibilidad en el contexto local, y a quienes se invitará a producir una pieza nueva que será mostrada en el contexto de su trabajo. Será cada creador quien invite a participar al comisario/a de su proyecto, como es el caso de la muestra vida gallega de Carme Nogueira, que ha sido comisariada por Tamara Díaz Bringas.
Esta misma planta acogerá exposiciones de archivo, performances y proyectos en producción que podrán expandirse y ocupar otras zonas del edificio o desarrollarse en otros formatos (encuentros, actuaciones…). Como ejemplo, Saliva, un proyecto de investigación de Ainhoa Hernández y Andrea Rodrigo que surge del interés por encontrar prácticas y estructuras que permitan producir y acompañar otros tipos de conocimiento, formas de convivir y trabajar que involucren lo sensible, y que toma forma en CentroCentro en una exposición, un programa público de actividades y un grupo de estudio.
Desde enero de 2019, parte del espacio será ocupado por el trabajo de un artista desarrollado a partir del edificio. Una invitación de carácter anual que plantea dos intervenciones: por un lado, la creación de una zona didáctica en la que el archivo del edificio se desplegará como espacio de carácter informativo y, otra, en la que el artista desarrollará una intervención propia a partir del trabajo de investigación realizado. El primer invitado será David Bestué.
Comisarios
En el caso de la Planta 5, los comisarios serán los protagonistas. De forma anual, un comisario emergente será invitado a programar el espacio en torno a un concepto concreto, con varias exposiciones y/o activaciones que muestran diferentes momentos del proceso de investigación. Con este proyecto el Centro apoya el desarrollo de carreras curatoriales sólidas a través del trabajo en un proyecto continuado.
Mirror Becomes A Razor When It’s Broken, comisariado por Sonia Fernández Paz, es el primer proyecto de estas características que plantea cuatro exposiciones individuales a cargo de Lúa Coderch, Rubén Grilo, Josu Bilbao y Eva Fàbregas, todas en torno a la objetualidad y la materia. Además se desarrollará un ciclo de actividades-performances paralelo a las exposiciones con el propósito de incluir la materialidad inherente del cuerpo humano, que contará con la participación de Ariadna Guiteras (20 de noviembre), Siegmar Zacharias, Agata Siniarska y Claudia Pagés.
El público como agente activo y generador de contenidos es elemento central de la nueva etapa y el eje de Aprendizaje colectivo que, desde la transversalidad y la participación, propondrá talleres, encuentros, grupos de lectura y estudio, residencias y proyectos con públicos diversos, desde niños a adultos. Por su parte, el Programa público de actividades –visitas, seminarios abiertos, performances– tomará el edificio poniendo en tensión los usos tradicionales del mismo, también desde la Planta 3 así como en el Patio de Operaciones, eje y plaza del edificio.
Música
La música mantendrá un lugar fundamental en la programación, con ciclos anuales de producción propia como VANG.Músicas de Vanguardia; ciclos de música orientada a públicos diversos como Bach-Madrid, que inicia un nuevo programa dedicado a la Música Antigua; Bach en familia, el festival COMA de música contemporánea o conciertos y conferencia dentro del Festival JAZZMADRID 18.
La música saltará además al Patio de Operaciones con los Vermús en el patio, que darán comienzo en 2019 y se celebrarán un sábado al mes, así como a los proyectos de producción artística en los que lo sonoro será protagonista.
Por último, a partir de 2019 CentroCentro va a generar una línea de publicaciones de pequeño formato (un texto en conexión con cada exposición o seminario) que ayudarán a entender la actividad investigadora del Centro. Publicaciones sencillas que estarán disponibles para descarga gratuita en la web, lo que contribuirá a consolidar la página como archivo de los conocimientos generados en el centro.