Se refuerza también el Patronato, orientando su composición a una mayor participación de la sociedad civil y también a la captación de ingresos. El decreto regula también el procedimiento para la selección del director, potenciándose la gestión profesional mediante un sistema de preselección que garantiza la publicidad y concurrencia, con el asesoramiento de un comité de expertos.
En el nuevo estatuto se recoge, asimismo, la regulación de los recursos económicos del museo, el régimen presupuestario aplicable y su control económico-financiero.
La aprobación de estos estatutos permitirá, como ya sucedió en el Museo del Prado, la posterior negociación de un convenio colectivo propio, orientado a la evaluación del desempeño profesional y a la homogeneización del régimen del personal del Museo.