“Han sido dos años de intenso trabajo y diez de investigación. Una labor, minuciosa, ambiciosa, coral y científica, en la que codo con codo han colaborado instituciones muy diversas y de muy diversos ámbitos”, ha dicho el ministro, quien ha agradecido y felicitado a todos los que han participado en el proyecto.
También ha llamado la atención sobre los avances para la conservación del patrimonio alcanzados gracias al proyecto y que trascienden “lo que podemos admirar”. “Los estudios de procedimientos y productos de limpieza y consolidación de los materiales han dado lugar a un protocolo de evaluación del riesgo y de la eficacia de cada tratamiento, y han generado un proyecto de investigación que será presentado al Comité Europeo de Normalización”.
Los trabajos
La restauración del Pórtico de la Gloria ha sido posible gracias al mecenazgo de la Fundación Barrié [1]. El proceso se ha desarrollado en varias fases, iniciándose en el año 2009 los estudios que permitieron la redacción de una propuesta de intervención. En 2015 se completó el montaje del andamio para poder acceder a todos los relieves, abordando la intervención directa sobre los materiales.
El Pórtico estaba en una situación crítica, con constantes desprendimientos de material y afectado por complejos mecanismos fisicoquímicos de degradación. Los criterios de intervención han sido muy conservadores, manteniendo todos los restos de color conservados y retirando únicamente los depósitos nocivos acumulados sobre la superficie y que pueden afectar a la estabilidad de los materiales históricos, como es el caso de la suciedad, las sales, los restos de naturaleza biológica, los morteros de cemento y los productos consolidantes acrílicos poco compatibles con la superficie original.
No ha sido necesario reconstruir las faltas en la policromía dada la unidad estética lograda con los tratamientos de limpieza y estabilización aplicados, poniendo especial énfasis en el sellado de fisuras y juntas integradas cromáticamente con el soporte pétreo.