El proyecto tiene como objetivo habilitar el antiguo pedestal de la estatua de Colón para llevar a cabo un programa de escultura pública de gran formato, de carácter temporal y que será seleccionada por una comisión institucional que contará con el asesoramiento de expertos.
La instalación de esculturas de gran tamaño exige una estructura de apoyo y anclaje importante, que resista las inclemencias del tiempo. Por ello se realizará una adaptación de la peana existente para eliminar los restos del pedestal y conformar un nuevo plano de apoyo de esculturas a una cota inferior. Al eliminar la peana, se creará un plano libre de apoyo de ocho metros de diámetro, iluminado, con capacidad para soportar piezas de gran formato.
Con esta intervención se equilibra al mismo tiempo la composición original de la Plaza, organizada en torno a un eje diagonal que remataba este punto, y que desde el traslado de la estatua de Colón a su ubicación original en el centro de la glorieta del Paseo de la Castellana-Paseo de Recoletos había quedado descompensada.