“Este 17 de abril se cumple un año de la reapertura del lugar soñado por nuestro padre y que, gracias a la total unión y compromiso de mi familia y Hauser & Wirth ha supuesto su adecuación al siglo XXI, dotándolo de una fantástica proyección de cara al futuro para que el público pueda disfrutarlo”, afirma Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida – Pilar Belzunce.
Para la directora del museo, Mireia Massagué, “este año ha sido muy ilusionante y estamos emocionados con la respuesta que hemos recibido por parte de los visitantes. Ahora es tiempo de aunar esfuerzos junto a toda la sociedad para superar estos momentos tan duros”.
Este museo al aire libre acoge el corpus más amplio y representativo del escultor vasco, con piezas clave como Buscando la luz I, Lotura XXXII o Arco de la libertad. Junto a ellas se han incorporado en estos meses otras como Consejo al espacio IX.
Además se prolongará hasta final de año la estancia en el museo de Eye Benches III [Ojos banco III] (1996-97), de la artista Louise Bourgeois, escultura con la que se ha iniciado el programa Obra Invitada.
Esta escultura representa dos gigantescos ojos humanos tallados directamente en dos bloques de granito exentos, que se encuentran físicamente separados del cuerpo. Evoca así el tema de la mirada, que estuvo presente en la obra de Bourgeois desde los inicios de su trayectoria artística. También se prorroga el monográfico sobre la serie Buscando la luz en el Caserío Zabalaga, mientras que se pospone hasta nueva fecha la exposición The Shadow Belongs to Light [La sombra pertenece a la luz].
Por otro lado, cuando sea posible reabrir, el Caserío Zabalaga acogerá una selección de obras clave de la colección del museo, esculturas realizadas en hierro, granito, alabastro, yeso y papel, sin dejar de lado series significativas como las Gravitaciones (esculturas en papel donde el relieve y el vacío cobran especial importancia) y las Lurras y Óxidos (piezas elaboradas con tierra chamota).