Esta presentación es el fruto de los diez años de trabajo que la fotógrafa francesa radicada en Madrid ha dedicado a la Alta Costura parisina, ofreciendo una visión personal de este hermético mundo antes de que el boom de Internet revelara sus secretos.

Es, además, el colofón de una temporada especialmente fructífera en la carrera de la artista –que combina encargos específicos con proyectos personales– gracias a la exposición que recientemente celebró en el Museo Thyssen-Bornemisza, The Secret Sits (Wyeth Wonderland), en la que dio un paso más allá de los temas en que más había indagado hasta el momento, la moda y el toreo, para adentrarse en el medio físico y psicológico que rodeó al pintor Andrew Wyeth.

Josèphine Douet Givenchy. Ateliers Berthier, 2007 © Josèphine Douet. Cortesía / Courtesy Mondo Galería.

Josèphine Douet Givenchy. Ateliers Berthier, 2007 © Josèphine Douet. Cortesía / Courtesy Mondo Galería.

Además, Coutures fue expuesta el pasado otoño en Mondo Galería –su representante en España–, siendo su director, Diego Alonso, el comisario de la muestra del Museo del Traje, en la que 22 fotografías interactúan con las piezas de la exposición permanente y ofrecen un tema, la moda, novedoso en PHE.

Bambalinas

Si bien los retratos de modelos de Juana Biarnés, que también han podido contemplarse en esta edición del festival en el Fernán Gómez, se centraban en la reacción del mundo que las rodeaba en la segunda mitad del siglo XX, Douet enfoca su objetivo en las propias mujeres que, posando, desfilando, camino a la pasarela o tras ésta, protagonizan unas imágenes tomadas a lo largo de la primera década de este siglo.

La francesa busca materializar la fantasía que rodea a este mundo de forma intangible y solo asequible a través de la paciencia y la constancia de fotografiar momento tras momento para conseguir dar con un perfil alternativo al sobradamente conocido. Un mundo onírico, frágil y misterioso que pervive entre bambalinas, al otro lado del público.

Este universo oculto conecta con la ‘intriga’ que inspiran los trajes expuestos en la colección permanente del Museo. Si respecto a estos nos preguntamos quién los vestiría y en qué ocasión, con las fotos de Douet cabe preguntarnos en qué pensaban las modelos antes de salir a la pasarela y exponerse al mundo, qué sentirían en ese preciso momento. Ambos son aspectos que reflejan una intimidad que tememos enturbiar. Podemos mirarlos y admirarlos, ¿pero tenemos derecho a descubrir la historia que tras de sí esconden?

Hasta la posición de las fotografías en las vitrinas y los muros de las salas parece recrear esa distancia entre el espectador, vetado en el backstage, y el instante recogido por las imágenes. Estas surgen al fondo tras los trajes, en frente de ellos o en ángulos inesperados que sorprenden al visitante al descubrirlos.

Una exposición que brilla por su sutileza y armonía y donde la fotografía se viste de Dior, Givenchy, Gaultier, Josep Font, Valentino y Armani.