Un conjunto de obras –realizadas en las más diversas técnicas: serigrafía, litografía, grabado, estampación en seco o monotipo– que por su importancia mereció el Premio Nacional de Arte Gráfico 2016 concedido por la Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La edición, iniciativa del Consorcio de la Ciudad de Cuenca y la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca, con la colaboración de la Fundación Azcona y el Espacio Torner, tiene la particularidad de que Sagastibelza ha intercalado y desarrollado cronológicamente en paralelo la parte de catálogo razonado propiamente dicha con un extenso, detallado e ilustrado estudio de las obras catalogadas, un formato atípico en este tipo de publicaciones, ya que excede con mucho el catálogo razonado al uso, convirtiéndolo en una monografía de referencia sobre Torner centrada en su faceta de artista gráfico.
El libro cuenta con un prólogo del profesor y académico Francisco Calvo Serraller, recientemente fallecido.
Desde el comienzo
Gustavo Torner manifestó desde los comienzos de su carrera un gran interés por el dibujo y la obra gráfica. En 1946, acabados sus estudios de ingeniero de Montes, se inicia artísticamente con una larga serie de láminas de botánica realizadas a la acuarela y destinadas a publicaciones científicas. En 1955 realiza una sorprendente serie de fotografías de detalles de rocas y vegetales principalmente; y entre ese mismo año y 1956 una serie de monotipos, también muy apegados a la naturaleza, que conducen su obra de la figuración a la abstracción.
Poco después, a inicios de los años sesenta, su contacto con Eusebio Sempere y Abel Martín, introductores de la serigrafía artística en España, le facilitó su acercamiento a esta técnica, con la que ha realizado gran parte de su obra gráfica. En ella hay obras verdaderamente experimentales, y que permanecen prácticamente inéditas, con soportes y tintas poco habituales, o estampaciones sobre papeles vegetales superpuestos o estampados por ambas caras. También ha trabajado con excelentes resultados en otras técnicas gráficas, como el aguafuerte y el aguatinta, la litografía o la estampación en seco, conformando el conjunto de sus estampas un capítulo muy destacado del arte gráfico español.
En 2005 se abrió en la antigua iglesia gótica de San Pablo en Cuenca el Espacio Torner, una instalación permanente con unas cuarenta obras del artista, muchas de las cuales forman parte de la colección del Reina Sofía, depositario de la donación de unas seiscientas obras realizada por el artista al pueblo español en 2003, entre las cuales se encuentra casi toda su obra gráfica.