En una próxima reunión del Patronato de la Fundación se decidirá si se acepta o no la dimisión de Cámara.
La obra, una prueba para un grabado dibujada por las dos caras, lleva desaparecida desde finales de 2011, antes de la llegada de Cámara a la Fundación, cuando se descubrió, durante la organización de una exposición temporal, que la pieza no ocupaba su lugar asignado en los almacenes, aunque sí constaba su registro de entrada tras una muestra celebrada entre julio y octubre de 2010 en San Sebastián.
Tras conocer los hechos, Cámara, directora de la Fundación desde el 2 de enero de 2012, ordenó una búsqueda exhaustiva de la pieza pero no informó de su desaparición hasta el pasado 27 de agosto. «Estaba plenamente convencida de que la obra estaba en la Fundación. Si tengo responsabilidad, ha sido por exceso de celo y buena fe», ha afirmado la hasta ahora directora durante una rueda de prensa celebrada hoy.
Elvira Cámara es licenciada en Derecho y en Geografía e Historia, especializada en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. Fue la número uno en el proceso selectivo del 2001 para ingresar en el Cuerpo de Ayudantes de Archivos, Bibliotecas y Museos, y la número dos en el proceso selectivo de 2005 en el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos.
En su extensa trayectoria profesional ha trabajado en la Subdirección General de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura (2000), en el Museo Nacional del Prado (2000-2005), y desde el 2006 hasta su incorporación a la Fundació, como conservadora en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, desarrollando sus funciones en el Departamento de Pintura de los años 40 hasta la actualidad, en la Unidad de Apoyo a Dirección y en el Departamento de Archivos y Centro de Documentación.
La Fundació
La Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca inició su andadura el 7 de marzo de 1981, cuando Joan Miró y su esposa, Pilar Juncosa, hicieron donación a la misma de los talleres del artista, junto con la obra, los objetos y los documentos que contenían.
Previamente, entre 1979 y 1980, el Ayuntamiento de Palma había aprobado los estatutos de la Fundació, en los que se fijaba como uno de sus objetivos “el fomento y la difusión del conocimiento artístico que facilite la labor creadora de futuros artistas, en íntima y permanente colaboración con todos los sectores ciudadanos, superando los esquemas museísticos tradicionales a través de una realidad cardinal y dinámica que explique vivencialmente la estética del arte contemporáneo”.
La creación de la Fundació surge de la voluntad de Miró de difundir y promover la creación artística, así como de su preocupación por preservar sus talleres, que habían constituido su espacio creativo desde 1956 hasta el final de su vida, en 1983.
En consonancia con la voluntad de sus fundadores, la difusión del conocimiento artístico y la promoción de la creación artística han guiado desde sus inicios la trayectoria de la Fundació, un museo que permite descubrir el ambiente de trabajo de Miró, estudiar su proceso creativo e indagar en su contexto histórico, artístico y cultural.